Sociedad

Los niveles correctos en la salud

5 de octubre de 2018

Los niveles correctos en la salud

Mantener una adecuada salud es una de las prioridades de la mayoría de las personas. Para lograrlo muchas practican distintas actividades físicas o siguen una alimentación equilibrada. En algunos casos este cuidado también forma parte de distintas condiciones médicas específicas que no pueden descuidarse, o de lo contrario podrían causar graves daños al organismo.

En los controles médicos a los pacientes se les realizan distintos exámenes especializados para revisar cómo están sus niveles, tales como el colesterol o el ácido úrico. Estos indicadores determinarán lo sana o no está una persona. Aunque, hay algunos que requieren de mayor atención sobre otros, como por ejemplo los de las células.

Los glóbulos blancos como defensores del organismo

El cuerpo humano por sí solo tiene la capacidad de defenderse y protegerse ante diferentes agentes infecciosos externos. Esto lo hace a través de su sistema inmune, que está conformado por distintos tipos de células, como los leucocitos.

También conocidos como glóbulos blancos, estas células se originan en la médula ósea y en el hígado o tejido linfático. Su función principal es la de defender el organismo ante el ataque de alergias, infecciones, bacterias y distintos tipos de agentes parasitarios. A través de un examen de laboratorio se determinan los niveles de leucocitos, es decir, si son fuertes las defensas de una persona en específico.

Cuando los resultados muestran altos niveles de leucocitos, esto se traduce en que el sistema inmune está siendo atacado por distintos agentes al mismo tiempo, lo que ha provocado una mayor producción de éstos. Por otra parte, si la cantidad es baja, puede ser el resultado de la presencia de una enfermedad específica. Por ejemplo, la anemia suele ser muy común.

Leucocitos contra las bacterias

Los glóbulos blancos o leucocitos se dividen en cinco tipos diferentes según la función que tengan. Con base a esto también depende su concentración en el organismo.

En el caso de los eosinofilos, estos son los que atacan las bacterias, las reacciones alérgicas, así como los distintos agentes patógenos que afectan la salud a nivel histológico.

La concentración de estas células no es habitual. Se calcula que es menor de 1% del total de los leucocitos presentes en el cuerpo humano. A diferencia de otros tipos de glóbulos blancos, los eosinófilos alcanzan a vivir en los distintos tejidos durante semanas enteras, mientras el resto lo hace apenas unas horas o un solo día antes de ser sustituidos.

El recuento de eosinófilos normalmente es solicitado por el especialista cuando existen sospechas de distintas enfermedades puntuales, como infecciones parasitarias fuertes o reacciones alérgicas avanzadas.

Los niveles en el hígado

El hígado es uno de los órganos más importantes, ya que entre muchas otras funciones se encarga de la desintoxicación de la sangre. Si bien tiene la capacidad de regenerarse, es importante mantenerlo sano y libre de enfermedades.

Hay diversos exámenes que permiten determinar el funcionamiento de este órgano, como por ejemplo los niveles de bilirrubina. Se trata de un pigmento de la sangre de color amarillo, que es desarrollada en la bilis y el hígado la segrega para poder ayudar en la digestión de las grasas.

A través de un examen de sangre es posible determinar los niveles de bilirrubina en el organismo. Éstos permiten a los especialistas descartar la presencia de enfermedades hepáticas, sobre todo aquellas que tienen carácter genético.

Proteína del sistema sanguíneo

Si hay unos niveles que la mayoría mantiene en constante control son los de la hemoglobina. Esta proteína del sistema sanguíneo tiene como función principal llevar el oxígeno a los distintos tejidos del organismo. Entre otras cosas se encarga de regular el pH en la sangre y recaudar el dióxido de carbono para llevarlo de regreso a los pulmones.

La hemoglobina es la encargada de darle el tono rojo característico a la sangre. Cuando el color no es tan intenso, los médicos pueden reconocer inmediatamente la existencia de un problema de salud y solicitar exámenes más especializados.

Mantener un nivel de hemoglobina apropiado permite que el oxígeno llegue a todos los lugares del cuerpo y de este modo, se pueden desarrollar de manera adecuada todas las funciones y procesos vitales. Por su parte, una baja concentración puede dar paso a distintas enfermedades como la anemia o en caso más graves, leucemia.

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