25 de abril de 2024
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Una buena hamburguesa BIEN servida en un Palacio de Sevilla (Hard Rock Sevilla)

Una buena hamburguesa BIEN servida en un Palacio de Sevilla (Hard Rock Sevilla)

Miguel Ángel Olimpo - 21 de enero de 2019

No paro de oír hablar de turismo, y una ciudad de España se ha puesto de moda, Sevilla.
En un fin de semana largo, de esos que uno se guarda algún día de vacaciones y lo junta con el sábado y el domingo, y rumbo desde León a Sevilla.

Me hospedé en un Hotel del Centro de Sevilla e hice las visitas de rigor, el Alcázar, la Catedral, subir a la Giralda y divisar esa bonita ciudad desde esta impresionante torre, mitad alminar Almohade, y la otra mitad un fabuloso campanario renacentista desde dónde  uno divisa los cuatro puntos cardinales, por supuesto mágicos y bellísimos.

Después de largas caminatas, con un tiempo y una luz esplendida, decidí entrar a comer a la famosa cadena de Restaurantes  “Hard Rock Café”, y quedé sorprendido, primero por el local tan espectacular, un edificio noble, seguramente una antigua casa palacio, pero decorada al más puro estilo de las famosas cafeterías americanas con la habilidad que ni el estilo rockero, ni el estilo palaciego chocaban entre sí, más bien diría que se complementaban en una bonita simbiosis del siglo XXI.

Sobre el comer...

Tanto las salas para comedor, como el patio central y las galerías superiores estaban acomodadas para participar del espacio, disfrutar de las “mejores hamburguesas”, y ensaladas como “chicken cesar salad” y eso que no pude degustar todos los menús, ya que son ricos y abundantes, paladear el postre que se llama “Hot fudge brownie” me acercó al éxtasis de los helados y me quedé con las ganas de todos los postres, solo la presentación en el plato merecía la pena verlos, lo sé de buena tinta porque a pesar de lo concurrida que estaba la cafetería seguí con la vista el ir y venir de los exquisitos postres.

"Seguramente los postres sean el plato más vendido por este Hard Rock Sevillano."

También me gustó mucho la música ambiental, con los audiovisuales entre vitrinas con instrumentos musicales, todo perfecto, pero si algo merece mi especial admiración y ganas de relatar mi experiencia en Sevilla y su singular Hard Rock Café fue uno de los camareros, me dijo su nombre “Fran”, es un chico joven, no creo que tuviese 30 años, con un corte de pelo de lo más actual y una cuidada barba, pero creo que su principal característica era su sonrisa sincera y fácil para todos, tenía un trato y amabilidad exquisita, podía hablar en inglés con la misma soltura que en español, atendía a una pareja de “jubilados ingleses” que le debían de conocer de otras veces, a la misma vez que atendía la mesa en la que yo estaba sentado.

Fran ofrecía consejo sobre el menú con extremada gentileza, su sonrisa era perenne incluso con la sala llena, ágil y rápido, y como si fuera un diestro torero al estilo rokero contentaba a todos aunque no trajera su comanda por algún incidente.

Fran ofrecía la auténtica experiencia de ser atendido en un centro internacional, pero identificando que estábamos en Sevilla, él representaba en ese momento la gentileza y cercanía de una ciudad con identidad propia.

Ir por el Hard Rock de Sevilla y que además te atienda FRAN, es la experiencia perfecta para no olvidar la mejor hamburguesa degustada en un palacio hispalense.