3 de abril de 2019
Seguramente la obesidad sea la enfermedad de esta generación, cada vez son más los países que tienen un alto índice con personas con un nivel alto de obesidad. Esto es un grave problema, porque es una causa de muerte. En parte esto es debido al nivel tan ajetreado de vida que se lleva, sobre todo en las grandes ciudades donde es más rápido y económico comer comida basura que saludable.
Llevar una vida activa y sana es más fácil de lo que parece, aunque lo más complicado es conseguir encontrar un equilibrio. Lo más difícil será al principio, porque vamos a tener que cambiar todas nuestras rutinas, la principal la de las comidas, pero una vez nos hayamos acostumbrado saldrá solo.
Hoy día con Internet, tenemos muchas más facilidades para lograr comer bien. Básicamente porque tenemos acceso a sitios como TodoSalud para poder informarnos sobre diferentes aspectos importantes. Esto es ideal, ya que en ocasiones conviene estar informados para poder tomar una mejor decisión a la hora de darle un giro de trescientos sesenta grados a nuestra vida.
Ahora bien, es importante dejar a un lado las creencias de bajar de peso de manera rápida, ya que como sabréis lo que rápido baja, más rápido sube. Por eso lo más indicado es que vayamos perdiendo peso de manera progresiva, sin tener prisa. Es más, si lo hacemos mediante una dieta equilibrada sin tener que hacer grandes sacrificios el proceso será mucho más ameno y no se nos hará largo y tedioso.
Debe quedar claro que perder peso no es sólo por cuestiones estéticas, sino que va mucho más allá, porque puede llegar un punto en el que empieza a salir diferentes problemas salud con el tiempo. Muchos de ellos realmente serios y preocupantes, incluso puede derivar en problemas cardíacos o en aparición de enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes.
Para conseguir unos mejores resultados, lo ideal es encontrar el equilibrio entre comer sano, pero no perder aquellos alimentos que nos gustan. Debemos dejar de pensar que hacer dietas es pasar hambre, porque nada más lejos de la realidad. La cuestión es cambiar toda la comida rápida, procesa e industrial por productos naturales y saludables.
Eso sí, lo principal es acudir a un especialista, ya que no todo el mundo tiene las mismas necesidades y lo que a una persona le va bien no tiene por qué funcionarte a ti. Esto es importante sobre todo si tenemos alguna dolencia o enfermedad del tiroides, diabetes, hipertensión… En definitiva, cualquier característica que necesite ser supervisada por un profesional a fin de ponernos la alimentación más adecuada para nuestra situación en concreto.
Para conseguir el objetivo de bajar de peso, seguramente lo mejor sea una dieta rica en proteínas y baja en hidratos de carbono. De esta manera lo que se consigue es que nuestro cuerpo queme directamente la grasa que ya tenemos para utilizarla como combustible, ya que no vamos a consumir casi de nada de hidratos de carbono; que es lo primero que quema el cuerpo humano.
Aunque este tipo de dieta es recomendada para personas que también llevan una vida activa, de tal manera que es mucho más eficaz en todos los sentidos. Quemaremos esa grasa sobrante de manera más rápida, además de conseguir ponernos en forma. Practicar deporte es algo necesario, al menos varias veces a la semana.
En pocas semanas notaremos los efectos positivos de esto, y es que nos sentiremos bien por dentro y por fuera. Así como reducir el riesgo de padecer enfermedades del corazón, tonificamos nuestro cuerpo, y por lo tanto la pérdida de peso será mayor y mucho más eficiente.