Miguel Ángel Olimpo - 30 de mayo de 2019
Josep Pla, un afamado escritor español del siglo pasado, afirmaba, refiriéndose a los platos característicos, que la comida típica de cada país es dar una mirada a su paisaje en una cazuela. Y la frase resume a la perfección un certero y poético concepto de lo que algunos llaman ingredientes típicos o étnicos.
Esta mirada no solamente ofrece una panorámica de su naturaleza, sino que aporta la esencia y lo vital de toda la cultura de un país pleno de apetitos plurales y diversos, que se expresan en los sabores y las costumbres culinarias de España.
Un producto gastronómico ibérico, reconocido internacionalmente por su excepcional calidad, es el jamón ibérico, y los jamones Montechico representan una exquisitez garantizada a la hora de servirse en una mesa.
El jamón está considerado como una fuente de proteínas con un elevado valor nutricional, que aporta vitaminas y minerales indispensables para el organismo. Su equilibrio entre el perfil de lípidos y la proporción moderada de sus calorías lo posiciona como un aliado de fácil digestión, por el aporte en colágeno, debido a su proceso para madurar.
Las dehesas salmantinas son la cuna perfecta para la crianza de estos cerdos de raza, que se crían en total libertad, alimentándose de las bellotas de las encinas desde hace muchos años. Paleta de bellota, jamones y embutidos de altísima calidad son sus productos emblema, muy cotizados por su estricto control en el proceso de su curación.
Gracias a condiciones especiales de humedad y temperatura, favorecidas por el benigno clima, ofrecen un sabor placentero que los convierte en un delicioso manjar, lo que permite ofrecer este privilegiado producto de más de 50 años de tradición.
Sus prestaciones en nutrición se asemejan a los de los vegetales. El colesterol es controlado, al consumirse, debido a sus ácidos grasos de una sola saturación; aportan elasticidad a las venas y reducen considerablemente la presión de las arterias. También aportan ácidos oleicos en un nivel que supera el 65%, uno de los principales componentes del aceite de oliva, que al ser consumido incorpora antioxidantes al organismo que colabora con una dieta saludable, deliciosa y muy equilibrada.
Ofrecen una excelente relación calidad-precio y tienen disponible en su stock, un jamón de cebo criado de una manera intensiva, con un precio más barato.
En pleno puerto de Vigo, se encuentran los mejores productos en mariscos y pescados, como los mariscos bocado de mar, productos marinos frescos de las rías gallegas, así como diversos productos del mar de exportación. El bogavante azul y las cigalas son unos de los productos con más demanda por su delicioso sabor.
Es famoso un dicho gallego que asegura que todos los meses que cuentan en su nombre con la letra "r" son los idóneos para consumir cualquier variedad de marisco. Y según los conocedores, esto es cierto en casi su totalidad, ya que en el período que va desde mayo hasta el mes de agosto todas las especies están en su proceso de reproducción, por lo que ofrecen una carne con menos atractivos y los pescadores experimentados suelen afirmar que el marisco está en libertad.
La centolla está catalogada como la que reúne los mejores sabores, y algunos se decantan por la hembra. El que se considera como más barato es el mejillón, que aunque gran cantidad de su peso se desperdicia por la concha, un kilo es una deliciosa entrada para ser degustada por una pareja.
El rodaballo gallego y las navajas son considerados por los amantes del pescado como una exquisitez, al igual que el popular lenguado, que por su precio bajo es muy solicitado por los comensales que se deleitan con sus exquisitos sabores en las mesas de España.
Las mariscadas para regalar a los amigos son un maravilloso presente. Su frescura y calidad están garantizados, y los envíos para compras mayores a 95 euros son gratis.