25 de abril de 2024
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Alcohol, la droga legal con efectos más perjudiciales

Alcohol, la droga legal con efectos más perjudiciales

Miguel Ángel Olimpo - 12 de junio de 2019

En la sociedad actual cada vez hay más conciencia de lo que supone consumir drogas. También hay cada vez más conciencia social de que el alcohol es, aunque legal, una droga muy perniciosa para la salud del consumidor y todos los ámbitos de su vida. Es sabido que la adicción es una enfermedad mental crónica que debe tratarse en un centro de desintoxicación especializado para lograr la recuperación.

 

 

Consecuencias del uso y abuso de alcohol

El consumo de alcohol está muy normalizado en nuestra sociedad por ser una droga legal que además fomenta la socialización entre usuarios, independientemente de sus efectos perjudiciales para la salud. Beber alcohol afecta directamente al cerebro: al consumirlo, llega en pocos minutos a este órgano, llegando a modificar la estructura neuronal. De hecho, provoca cambios de humor, pérdida de reflejos, alteración del sueño, desinhibición, pérdida de apetito, distorsiones de la realidad y daños en el estómago y en el hígado.

Se podría hablar también de los perjuicios del consumo de alcohol a nivel nutricional, ya que son calorías vacías que no aportan ningún nutriente; por lo que reduce la aportación de vitaminas, disminuye el azúcar en sangre y aumenta el ácido úrico, entre otros efectos. Es por ello que un adicto en estado de alcoholismo avanzado corre riesgo de desnutrición.

Podríamos señalar muchas enfermedades y/o trastornos causados por el consumo abusivo de alcohol; pero este artículo vamos a dedicarlo a conocer un trastorno generado en el feto por el consumo de alcohol de la madre durante el embarazo.

¿Qué es SAF?

El síndrome alcohólico fetal está relacionado con el consumo de alcohol durante el embarazo. Las bebidas alcohólicas provocan deformaciones y desórdenes en el feto, produciendo defectos físicos, mentales y del comportamiento, afectando a uno de cada tres hijos de madre alcohólica.

Normalmente los efectos del SAF ocurren el primer trimestre de embarazo -cuando el feto es más susceptible de sufrir malformaciones- aunque el peligro de gestarlo se extiende durante los 9 meses de embarazo.

¿Cómo se diagnostica?

Para diagnosticar SAF, el sujeto debe: tener deficiencia en el crecimiento prenatal o posnatal; sufrir anormalidades neurológicas, es decir, desórdenes del sistema nervioso central; o anomalías faciales (microcefalia, ojos rasgados, labio superior aplanado o aplanamiento facial, por ejemplo). Además, para diagnosticar SAF debe corroborarse el consumo de alcohol por parte de la madre de forma documentada.

Entre otros riesgos, los hijos de madres alcohólicas pueden sufrir TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), deficiencia del sistema psicomotor o desórdenes del lenguaje, por ejemplo. El consumo de alcohol puede alterar el ADN y modificar el metabolismo, entre otros efectos irreversibles.

Tratamiento para el SAF

El Síndrome de Alcohólico Fetal es crónico, por lo que no existe cura para ello; pero sí hay tratamientos de intervención que pueden mejorar el desarrollo del infante.

Este tratamiento incluye medicación, terapias cognitivo-conductuales y capacitación para los padres. Generalmente se aplican tratamientos de logopedia, de refuerzo y adaptación al aprendizaje, estimulación del sistema psicomotor para favorecer su desarrollo, y tratamientos psicológicos y psiquiátricos adaptados a este trastorno.

Al ser un trastorno crónico, es recomendable mantener el vínculo con el tratamiento de recuperación de forma continuada y prolongada en el tiempo.