Redacción - 12 de agosto de 2019
A todos nos ha pasado más de una vez que, llega el verano, suben las temperaturas, sobre todo en las ciudades del sur de España como Sevilla, y los electrodomésticos comienzan a averiarse. Nos vemos sin ellos en una época en la que son más que necesarios, aparatos como el frigorífico o el aire acondicionado. En esos momentos, lo mejor que podemos hacer los ciudadanos sevillanos antes de que se nos estropee toda la comida o de pasar días de calor sofocante sin la ayuda del aire acondicionado, es llamar a SAT SEVILLA, el mejor Servicio Técnico de reparación de electrodomésticos y aire acondicionado en Sevilla, para que nos solucionen la incidencia sin demora.
Esta empresa, además, esta especializada en la reparación de electrodomésticos Bosch en Sevilla, ofreciendo un servicio técnico Bosch en Sevilla de alta calidad en frigoríficos, congeladores, vinotecas, hornos, bombas de calor y condensación y un largo etcétera de electrodomésticos Bosch.
Pero, ¿Por qué se averían más los electrodomésticos en verano? Vamos a verlo a lo largo de este artículo.
Las vacaciones de verano hacen que los españoles aumenten en el consumo energético, sobre todo en zonas como Sevilla, donde las temperaturas son en general bastante elevadas, llegando a superar los 40 º C. Estas altas temperaturas no solo se traducen a un incremento directo en la factura de la luz, sino que exponen a los electrodomésticos a una considerable sobrecarga por sobreutilización, como ocurre con el aire acondicionado y el frigorífico, por ejemplo. Para evitar situaciones límites, vamos a ver algunas recomendaciones para cada tipo de aparato que sufre más en verano.
EL aire acondicionado, sin duda, es uno de los electrodomésticos que más sufren. Se convierte encenderlo en indispensable y un verdadero placer cuando suben las temperaturas. Para no tener que renunciar a él y evitar que se rompa, hay ciertos cuidados que alargarán su vida para que siga proporcionándonos el confort al que nos tiene acostumbrado.
Un cuidado clave para alargar la vida de nuestro aire acondicionado y que no se rompa es la limpieza. Debemos realizar con regularidad la limpieza de los filtros y compartimentos interiores. De esta manera, no solo el aire acondicionado funcionará mejor, sino que además ahorraremos energía, pues un aire acondicionado sucio incrementa el consumo hasta en un 10% y, además, es más proclive a sufrir averías.
La limpieza de los filtros es asimismo esencial por motivos de salud, pues un aparato limpio significa respirar un aire de calidad, sin ácaros u otras sustancias perjudiciales.
Otro elemento clave para el buen funcionamiento del aire acondicionado es el gas, ya que sin un buen nivel no se puede alcanzar una temperatura óptima y se sobrecarga el aparato. Para realizar la revisión de gas y su carga, deberemos recurrir a un técnico, como los que encontraremos tras los enlaces que hemos referenciado con anterioridad.
Todos estamos acostumbrados a realizar un gesto muy cotidiano en la cocina, el de abrir y cerrar el frigorífico, algunas veces por simple aburrimiento. Pero, este gesto se incrementa en verano, simplemente para buscar una botella de agua fría o cualquier otro líquido refrescante. Es una acción que se repite constantemente en estas fechas por parte de todos los integrantes de la familia.
Este gesto, es uno de los principales problemas para la conservación del frío. Es por este motivo que en verano el frigorífico tiene una mayor carga de trabajo, pues sufre constantemente pérdidas de frío que debe compensar, forzando a su motor trabajar sin descanso.
Así que ya lo sabes, si no quieres que tu frigorífico sufra más de la cuenta, especialmente en los meses de calor, deja la costumbre de abrirlo y cerrarlo, pues si te observas a ti mismo verás que, muchas veces, lo haces sin necesidad alguna. Así mismo, deberás concienciar a todos lo miembros de la familia, pues es muy habitual que los niños también abran y cierren el frigorífico varias veces al día sin motivo.
En verano hacemos más coladas, y por tanto nuestra lavadora también sufre más. El principal motivo es que con el aumento de las temperaturas sudamos con mayor profusión y la ropa no nos aguanta más de unas horas de uso, cuando en invierno hay prendas que podemos utilizar varios días. Estas sobrecargas también hacen que sea más fácil que nuestras lavadoras se averíen en verano.
Como consejo, quítate la ropa al llegar a casa por ropa cómoda y fresca destinada para tal fin, esto hará que ahorres bastantes lavados por no ensuciar ni sudar en exceso la ropa que utilizas cuando tienes que salir. Así mismo, en el caso de tener niños pequeños, acostúmbralos a que hagan los mismo, pues conservarás por más tiempo su ropa limpia, ahorrarás en lavadoras y además alargarás la vida útil de sus prendas, pues, como sabemos, los continuos lavados hacen que dejen de lucir rápidamente como el primer día.
