
21 de agosto de 2019
El modelismo, más allá de ser una afición, es una actividad en la cual los detalles representan la piedra angular de una obra en la que la paciencia y cada milímetro de dedicación cuentan.
Modelar coches es hacer una representación a pequeña escala de uno real. Coleccionar maquetas de coches implica hacer modelos que incluyen pintura y todos los accesorios tal como se presentan en la realidad.
Llevar a cabo esta actividad requiere de un kit de materiales entre los cuales destacan pegamentos, pinceles, alicates o tenazas, cúter y pinzas, y por supuesto, los colores precisos.
Pintar los coches modelados es para los aficionados una de las partes más entretenidas y divertidas. Para hacerlo apropiadamente es necesario considerar el tipo de pintura a utilizar, la forma de aplicarla y la posibilidad de que sea necesario encerar y pulir.
Al seleccionar tanto la pintura como los materiales o accesorios, es recomendable acudir a empresas especializadas en la materia, como Gravity Colors, distribuidor europeo que pone a disposición de los interesados productos de acabado, accesorios, modelos y los colores más innovadores en todo tipo de pinturas, que requieren apenas cinco minutos para secar, e incluso pueden ser aplicadas con aerógrafo.
Para esta peculiar y divertida tarea existen dos opciones de pintura a utilizar, las acrílicas o las de esmalte.
Se adapta a la maqueta en la cual se esté trabajando que tiene en sus instrucciones los colores que deben ser aplicados a cada pieza.
A pesar de ser más fácil utilizar los colores de las instrucciones, en Internet hay una interesante selección de páginas con tablas de referencia que señalan el número de pintura de todas las marcas y modelos, así como cuáles son equivalentes entre sí. También es posible personalizar los colores hasta lograr los tonos deseados.
Una opción que puede representar economía y evitar comprar, por ejemplo, los 5 tonos diferentes de gris, es utilizar un envase de pintura negro y otro de pintura blanca, así es posible conseguir todas y cada una de las tonalidades de gris posibles.
Son tres los métodos o técnicas básicas para aplicar la pintura sobre las maquetas:
Es el más simple y sencillo, particularmente en el caso de las piezas de menor tamaño.
En piezas más grandes, como la carrocería, el pincel tiende a dejar marcas antiestéticas. La mejor forma de reducir la superposición de pinceladas, que tienden a dejar marcas sobre la superficie, y lograr un mejor acabado, es evitar retroceder y volver a pintar sobre un área recién pincelada.
Una vez concluida la tarea, es recomendable limpiarlos con diluyente o agua y jabón, dependerá del tipo de pintura utilizado. Para alargar la vida útil de los pinceles es necesario guardarlos siempre de manera que la punta quede hacia arriba expuesta al aire.
Es el método de preferencia para pintar maquetas de coches. En relación con los pinceles, este ofrece las siguientes ventajas:
Entre las desventajas de este método se encuentran:
A pesar de estas desventajas, las pinturas en spray son las más recomendadas y utilizadas para aplicar en modelos de un solo color.
Para asegurarse que la pintura quede lisa se recomienda iniciar y detener el spray fuera de los extremos del modelo, y evitar hacerlo sobre el mismo.
Para una gran cantidad de aficionados es el mejor método y herramienta para pintar coches a pequeña escala. Al utilizar el aerógrafo apropiadamente y con ayuda de un compresor, este se convierte en un bote de pintura infinito.
Las ventajas están en que permite controlar la presión y la cantidad de pintura a aplicar. De esta manera, es posible realizar líneas finas con la pintura y una extensa cantidad de efectos muy útiles y visiblemente agradables.