
2 de septiembre de 2019
Aunque en la actualidad la mayor parte de los edificios, tanto públicos como privados, cuentan con medidas de accesibilidad para personas con movilidad reducida, lo cierto es que todavía existen muchos edificios que necesitan una reforma y adaptaciones para satisfacer las necesidades de movilidad de toda la población.
La accesibilidad de los edificios es más importante de lo que parece, puesto que puede haber vecinos que ya necesiten de soluciones de accesibilidad para poder entrar y salir de sus viviendas. Pero también pueden ser necesarias en un futuro aunque ahora no exista ningún vecino que las haya demandado.
A la hora de hacer un edificio accesible para personas con movilidad reducida son muchas las medidas que se pueden tomar y que pueden ayudar a favorecer su movilidad, pero sin duda las más importantes son las que se muestran a continuación:
Son muchas las barreras arquitectónicas que pueden imposibilitar o entorpecer el movimiento dentro de un edificio. Pueden estar presentes al salir de las viviendas, a la hora de bajar de piso o en el momento de salir a la calle. Sea cual sea el lugar donde se encuentren deben ser subsanadas para evitar que cualquier persona con movilidad reducida no pueda entrar y salir del edificio con total normalidad.
Para fomentar la accesibilidad de los edificios es muy necesario la instalación de un ascensor. En el caso de que haya vecinos con movilidad reducida que vivan en plantas superiores, la instalación de un ascensor es totalmente necesaria para que pueda entrar y salir de su domicilio, ya que de lo contrario no encontraría forma alguna de bajar desde su piso a la calle. Aunque esto puede suponer un coste elevado para la comunidad, es algo de lo que todos los vecinos se beneficiarán tarde o temprano.
Aunque el interior del edificio esté perfectamente acondicionado para personas con movilidad reducida, también existen ciertas barreras que pueden aparecer en el acceso al propio edificio. Lo habitual ese que se trate de desniveles en el acceso desde la calle a los vestíbulos, como puede ser un acerado elevado o escalones en el acceso al edificio. Este tipo de desniveles deben ser reformados para que cualquier persona pueda acceder al edificio con normalidad.
Además de todo lo anterior, en ocasiones es necesario realizar una reforma de mayor calibre en el edificio para mejorar su accesibilidad. Estas reformas constructivas suelen incluir el ensanchamiento de puertas o su adecuación, la construcción de pasadizos, la construcción de rampas, la instalación de aparatos elevadores e incluso la ampliación de paradas.
Son muchas las medidas que los propietarios de edificios pueden tomar para mejorar su accesibilidad. Favorecer la movilidad de las personas con movilidad reducida, como ancianos o discapacitados físicos, es una tarea que debe involucrar a toda la sociedad y comenzar desde los edificios particulares es un primer paso de gran importancia.