Miguel Ángel Olimpo - 7 de noviembre de 2019
Buena parte del tiempo que se pasa en el hogar se hace en la cocina, y es de suponer que una cocina limpia, ordenada, funcional y con todos los utensilios necesarios para cocinar con comodidad, será una de las principales metas de cualquier persona.
Pero más que contar con una cocina dotada, también es importante saber administrar los recursos, y en este caso, los tuppers y algunos productos de limpieza y para desatascos, serán los que permitirán preservar la cocina en óptimas condiciones.
Cuando los alimentos e ingredientes abundan en la cocina cabe esperar que el espacio se vea reducido, perjudicando así la comodidad y eficiencia al cocinar, por lo que lo mejor en esos casos es contar con formas de almacenar los víveres que extiendan su caducidad y permitan distribuirlos mejor en los espacios de la alacena y del refrigerador.
La mayoría de los alimentos son susceptibles a las condiciones ambientales, éstas favorecen el proceso de descomposición y les da ese mal sabor en el momento de ser preparados o consumidos; pero una de las mejores formas de prevenir este proceso es con una fiambrera de cristal.
Estos contenedores diseñados para tal propósito garantizan que los alimentos no vayan a recibir aire y que, por tanto, no puedan oxidarse (descomponerse); esto se logra por medio del sellado y del filtro ante algunos tipos de rayos presentes en la luz solar que propician la descomposición de los alimentos.
Tener en casa tantos contenedores como sea posible para el almacenamiento de alimentos permitirá extender su tiempo de caducidad, mantendrá su frescura y permitirá que puedan ser mejor almacenados.
Un contenedor muy de moda para los alimentos en la actualidad es conocido como tupper, que logra satisfacer ingeniosamente varias necesidades en la cocina de cualquier hogar, siendo la principal, la de garantizar el orden y la frescura de los alimentos. Existen tuppers de todos los tamaños, materiales y formas, éstos suelen adaptarse a los diferentes alimentos y cantidades.
Los mejores son aquellos que cuentan con la capacidad de sellar al vacío los alimentos y evitar que la luz y el oxígeno deterioren su contenido, son un recurso funcional hasta para la persona más desordenada. El diseño de estos envases los hace atractivos y elegantes, así como espaciosos y muy resistentes para el transporte de alimentos.
Una cocina limpia y organizada no está completa sin un toque de frescura, y una forma en la que se puede lograr ambientar tu hogar sin invertir cuantiosas cantidades de dinero en productos fabricados con sustancias nocivas como el alcohol, es con los ambientadores hechos de productos naturales. De esta manera, ni la salud de la familia ni el medioambiente, se verán afectados.
Un ambientador capaz de ofrecer intensa frescura y durante más de dos meses es lo menos que se merece una cocina ordenada, con fragancias de coco, romero, manzana, vainilla y jabón de Marsella. La presentación de estos ambientadores debe garantizar armonía con el entorno y prescindir de aditivos para potenciar las fragancias.
Un delicioso aroma en el hogar crea un espacio agradable, que aporta una sensación de frescura y limpieza. Aparte, es ideal para relajarse, por lo que es una buena idea tener ambientadores hechos con productos 100% naturales. Incluso, algunos podrían hacerse en casa.
Suele ocurrir que el fregadero se atasque en algún momento debido a la presencia de desechos que obstruyen el desagüe, lo que afecta al orden y la limpieza de la cocina. Pero por fortuna, son muchas las maneras de desatascar fregadero, que son sumamente simples y no requieren más que la utilización de algunos productos especializados.
Existen muchas formas de desatascar cualquier tubería, algunas simplemente requieren de una fuente de agua a presión, y otras, debido a la gran cantidad de residuos acumulados, se valen de algún producto corrosivo. En el caso de los químicos para desatascar fregaderos, sólo se deben tener algunas consideraciones de seguridad para su manipulación, ya que estos productos se vierten en la tubería obstruida con algo de agua caliente para desintegrar lo que se encuentre a su paso.
En el caso de los métodos manuales, que pueden ser igual de eficientes pero mucho más seguros, se valen de los efectos del vacío presente en las tuberías obstruidas para articular la obstrucción y permitir que el mismo caudal la arrastre.
