26 de abril de 2024
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Juicios rápidos por alcoholemia: los problemas de manejar bajo los efectos del alcohol

Juicios rápidos por alcoholemia: los problemas de manejar bajo los efectos del alcohol

Miguel Ángel Olimpo - 13 de noviembre de 2019

Estar bajo los efectos del alcohol mientras se conduce es uno de los principales causantes de accidentes de tránsito. Es importante conocer los límites de nivel de alcohol en la sangre, permitidos en España para conducir, y evitar sanciones y problemas judiciales por incumplimiento de la ley. Conducir es un acto que se debe realizar de manera responsable para evitar daños y velar por la seguridad propia y la de las personas que se encuentran en nuestro entorno. 

A continuación, hablaremos de los juicios por alcoholemia y cómo evitar infracciones relacionadas con el consumo de alcohol.

Importancia de no exceder la tasa de alcohol permitida

La tasa de alcohol permitida para conducir en España depende del tipo de licencia que se posea. Conducir bajo los efectos de esta sustancia, superando los niveles establecidos conlleva a una serie de sanciones legales como multas o disminución de puntos en la licencia. Sin embargo, en todos los casos en los que los niveles de alcohol superen los 0,60 mg por litro, implica que la persona sea puesta a disposición judicial, en donde deberá optar por una defensa penal en juicio rapido por alcoholemia. En España, conducir bajo los efectos del alcohol, aun cuando el conductor se sienta en perfectas condiciones, es considerado un delito penal al que se le pueden llegar a imputar cargos por conducción temeraria si se ha puesto en peligro la vida o integridad de otras personas.

El cumplimiento de esta ley permite prevenir que se ponga en riesgo la vida del conductor y la de todas las personas que se encuentren en las cercanías. Es importante resaltar que las tasas de consumo de alcohol permitido son realmente mínimas, por lo que es mejor no arriesgarse, y conducir con drogas en el organismo está completamente prohibido, ya que está demostrado que esto compromete la preservación de la seguridad vial. Así que, al momento de decidir pasar una fiesta con excesos, lo mejor será buscar a un conductor designado o movilizarse en taxi o cualquier otro medio de transporte, en la que sea una persona en perfecto estado, la responsable de conducir.

¿En qué consiste un juicio rápido?

Se denomina juicio rápido a un procedimiento judicial que comienza con la emisión de un atestado policial, para delitos cuya condena máxima no exceda los 5 años, o sanciones legales que no superen un período de duración de 10 años. Este procedimiento se lleva a cabo en las próximas 72 horas luego de que la persona haya sido detenida o haya recibido una citación para comparecer ante un juzgado.

En caso de tener que afrontar una situación judicial de este tipo, la persona involucrada debe contar con la asesoría legal de un abogado penal para tratar de demostrar su inocencia e intentar reducir los cargos y la pena. En JR abogados puedes encontrar un equipo de expertos en delitos contra la seguridad vial, dispuestos a hacer una labor en la que el infractor salga lo más beneficiado que sea posible.

Delitos que pueden llevar a un juicio rápido a un infractor

Algunos de los delitos que son procesados por un juicio rápido son: juicio por alcoholemia, conducción temeraria, conducción sin puntos, exceso de velocidad, drogas en el organismo, entre otros. En todos estos casos el acusado deberá contar con un abogado penalista experto en seguridad para su defensa.

Dependiendo de la gravedad de la infracción, las sanciones que el juez puede dictaminar incluyen el retiro del permiso de circulación de uno a cuatro años, trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y pena de cárcel de tres a seis meses, que en algunos casos pueden ser sustituidas por una multa de seis a doce meses.

Para evitar pasar un mal momento ante la justicia por la infracción de alguna de las leyes de seguridad vial, se recomienda a cada conductor ser responsable y respetar las normas que regulan la circulación. Estas leyes no están pensadas solamente como medidas de castigo, sino que el objetivo principal es la prevención y disminución de los accidentes de tránsito.