Miguel Ángel Olimpo - 4 de diciembre de 2019
Desde 2015 ha venido en ascenso el índice de rupturas matrimoniales, aunque en 2018 tuvo una leve disminución del 2,8 %, pero sigue siendo una cifra muy alta. Son muchas las personas que se enfrentan a esta realidad sin tener la información adecuada, por lo que suelen recurrir a internet para conocer los pasos para iniciar el proceso.
Aunque cuando una pareja se une en matrimonio se compromete “ante Dios” que será “para toda la vida”, no es para nadie un secreto el hecho de que ha venido en franco ascenso el índice de divorcios en todo el mundo y España no es la excepción.
Desde 2015 ya se estaban manejando datos nada alentadores. Para ese año se hablaba de que, por cada 10 matrimonios que se realizaban en España, siete terminaban en divorcio, de acuerdo al informe denominado “Nupcialidad y Ruptura” del Instituto de Política Familiar, que indicó entre otros datos más, que de promedio se efectuaban 434 matrimonios al día, y a su vez 290 divorcios, esto quiere decir que para esa época se daba una ruptura matrimonial cada cinco minutos.
Estadísticas del año 2017, incluidas en el informe realizado por Eurostat, señalaron que en el país se dieron 97.960 divorcios, lo que equivalía a dos separaciones por cada mil españoles. Esto convirtió a España en el noveno país de la Unión Europea (UE) con el mayor índice de rupturas matrimoniales.
En 2018 se dio una leve bajada del 2,8%, pero la incidencia sigue siendo alta. De acuerdo a lo señalado en el informe Estadística de Nulidades, Separaciones y Divorcios (ENSD) del Instituto Nacional de Estadística (INE) fueron 94.444 las que el año pasado decidieron divorciarse.
Son muchos los aspectos importantes, mayormente del tipo legal, que se deben conocer cuando la ruptura matrimonial es inminente, ya que es un proceso para el cual hay que estar suficientemente informados.
Una de las primeras acciones de la mayoría siempre va a ser consultar en internet, ya que en internet se aporta vasta información sobre divorcios, incluso, en cuanto a la selección del asesoramiento jurídico particular necesario, en caso de optar por esa vía.
Hay dos vías para poner fin a un matrimonio. En primer lugar tenemos que mencionar el divorcio de mutuo acuerdo a través del cual se busca una solución pactada. Éste vendría a ser el mejor escenario en esta situación, más aún si hay hijos de por medio, ya que representa un proceso más corto, menos doloroso, amistoso y, algo muy importante, más económico.
Por otro lado, está el divorcio contencioso, al cual se debe optar cuando no haya posibilidad de pactar una solución y entonces deba intervenir un juez. Cuando un proceso de divorcio no puede llegar a soluciones, se estanca o enquista, entonces es la vía que se debe tomar.
En el caso del divorcio de mutuo acuerdo, sólo es necesario que un profesional acompañe a cada cónyuge, pero en el caso del contencioso debe haber un abogado y un procurador.
Obviamente el proceso de mutuo acuerdo es más sencillo. El primer paso consiste en realizar un convenio regulador que deberá presentarse en los juzgados, éste deberá ser muy bien revisado por las partes para que lo firmen. El documento es enviado al Ministerio Fiscal, donde le dan el “visto bueno”, para después remitirlo al juez, quien emitirá la sentencia. Si todo fluye con normalidad, en tres meses ya puede estar el dictamen listo en el Registro Civil.
En el caso del divorcio contencioso, el tiempo puede pasar, incluso del año, todo va a depender de cómo lo maneje el juzgado al cual le corresponda llevar el caso. Lo primero que se debe realizar es una vista previa, para posteriormente, atender una serie de informes, requerimientos y varias pruebas, lo cual supone un proceso extenso.
Una de las modalidades que se puede adoptar cuando la separación es definitiva, es la del divorcio exprés, el cual está vigente en España desde el año 2005, tras una modificación que se hizo en la ley.
La diferencia con respecto a la vía tradicional es que en este tipo de procedimiento, las dos partes de mutuo acuerdo, asisten ante un notario o un juez para concretar la ruptura matrimonial sin tener que dar una causa como justificación, por lo que se procede a regular la relación posterior que se establecerá entre los divorciados. Tampoco es necesario que haya una separación judicial previa.
Para optar a este proceso, se deben cumplir con algunos requisitos:
El divorcio exprés tendrá otras implicaciones si hay hijos de por medio. En este caso deberán establecerse, aparte del mutuo acuerdo y el convenio regulador, la custodia de los hijos y la pensión de alimentos.
Hay varias preguntas que son muy frecuentes en quienes inician un proceso de divorcio, las más habituales son las siguientes:
¿Cuánto cuesta? No se puede determinar un importe estándar. Todo dependerá de si es de mutuo acuerdo o contencioso, la complejidad del proceso, si hay hijos y el régimen económico que se deba establecer.
