Miguel Ángel Olimpo - 28 de enero de 2020
El bienestar de las personas que presentan alguna minusvalía es prioridad para quienes conviven con ellos. Cuando se dé el caso de que este tipo de incapacidad aparezca de manera temporal o permanente, será necesario hacer las modificaciones necesarias de nuestros espacios, para hacerles la vida más fácil.
Uno de los espacios que será prioritario acondicionar es el baño, ya que este lugar de uso frecuente no debe suponer ningún tipo de riesgo para la persona discapacitada, así que para llegar a las condiciones óptimas, será necesario conocer los tipos de baños para minusválidos disponibles hoy en día.
Los baños para minusvalidos cuentan con unas características muy bien definidas, las cuales permiten el mayor confort posible a la hora del aseo personal de la persona con movilidad reducida.
Las empresas que se especializan en la fabricación de estos equipos para baños, cuentan con una buena selección de modelos pensados en su totalidad para ofrecer seguridad, comodidad y confianza, tanto para personas mayores como para personas con limitaciones en su movilidad, para quienes es más complicado valerse por sí mismas.
Las bañeras con puertas son una excelente alternativa, ya que cuentan con todos los detalles que trascienden a la puerta, como el material de fabricación de alta resistencia (fibra de vidrio o acero inoxidable), un asiento para que puedan desarrollar de manera más cómoda su propio aseo, así como fuentes de agua a su total alcance y que sean del tamaño ideal para su seguridad y confort.
Los modelos de este tipo de bañeras son bastante variados, y los diseños atractivos y muy funcionales, lo cual es lógico, ya que de este elemento dependerá gran parte de la higiene de la persona con problemas de movilidad.
Habrá que pensar también en el lavabo, el cual deberá ajustarse al tipo de minusvalía. Si la persona utiliza silla de ruedas para desplazarse, entonces este elemento deberá permitir un acercamiento máximo, donde las piernas se encuentren justo debajo del lavabo.
Así, la persona será capaz de desplazarse y hacer sus rutinas en este espacio con total autosuficiencia, en especial, cuando no cuente con apoyo de terceros de manera permanente.
El inodoro es otro elemento clave que necesitará los ajustes necesarios para mejorar la calidad de vida de la persona con movilidad limitada. Lo más recomendable será adquirir un inodoro con sistema de autolavado, de manera que permita también ajustar la altura. Es importante que el espacio alrededor del mismo sea lo suficientemente amplio como para colocar la silla de ruedas justo al lado, facilitando así la maniobra.
Las puertas de acceso al baño deberán contar con las dimensiones adecuadas para que la silla de ruedas pueda pasar con comodidad, así mismo, de ser posible el espacio interior del cuarto de baño deberá permitir el giro de la silla y una movilidad cómoda en general.
Recuerda que lo que se busca es que la persona tenga la mayor independencia posible dentro de este espacio. Cada uno de estos elementos cumple con una importante función, que finalmente, redunda en una mayor autonomía y seguridad para la persona discapacitada, y todos ellos deben ser tomados en cuenta al diseñar un baño para esta persona.
Para hacer un buen trabajo en casa, en la adaptación del cuarto de baño, es necesario que te asesores con expertos en el tema, ya que hay unas normas específicas para éstos.
Lo interesante es que hay muchas marcas de suministros sanitarios que dedican parte de su producción a elementos y accesorios que ya están adaptados a las necesidades de las personas discapacitadas, lo cual supone disponer de opciones realmente prácticas y que van a funcionar adecuadamente en el espacio a modificar.
Éstas mismas te ofrecen la guía necesaria para que el proyecto se haga realidad con el menor esfuerzo posible, y que al final, se logre el objetivo de sumar bienestar e independencia para estas personas.
