Redacción - 17 de marzo de 2020
Agentes de la Guardia Civil se desplazaron, sobre las 12:30 horas del domingo, a la iglesia de El Salvador en Pedroche (Córdoba) para informar a los fieles que tenían que irse a casa y cumplir así con lo decretado bajo el estado de alarma.
El párroco, José Antonio Agüero, ha declarado al Diario de Córdoba que en su templo había ocho personas y que se estaban guardando la distancia de seguridad.
“No entiendo este atropello. El decreto no impide la libertad de religión” dijo el cura al periódico.
Aunque parezca mentira, Agüero no pecó de falso testimonio ya que el decreto no prohíbe la asistencia a las iglesias, a pesar que suelen ir personas de avanzada edad.
Así lo establece dicha norma en su artículo 11 de “Medidas de contención en relación con los lugares de culto y con las ceremonias civiles y religiosas”:
“La asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres, se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro.”
La Conferencia Episcopal ha recomendado a sus fieles que sigan la Eucaristía a través de los medios de comunicación mientras que diócesis como Madrid, Cataluña, Sevilla, Cantabria y La Rioja han suspendido todas las eucaristías. El Principado de Asturias por su parte ha cerrado todos sus templos.
