28 de marzo de 2024
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Carta anónima

Carta anónima

Redacción - 22 de julio de 2020

Carta (imagen ilustrativa)

Debo reconocer que cuando leí esta carta no pude evitar conmoverme. Es un caso de una persona conocida, que no desvelaré por que ella así lo desea, pero que sí desea que si hay alguna mujer que se pueda sentir identificada con sus sentimientos y con sus palabras, sepa, que de todo se sale, que por duro que parezca, se puede. Es una chica que ha tenido una vida complicada, es por eso que ha sido propensa a tener relaciones con personas abusadoras y maltratadoras. Ella no los culpa en absoluto, porque entiende que casi ninguna de estas personas, es realmente consciente de serlo, todos están en la certeza de que el problema siempre fue ella y ella misma considera que tienen razón. Nunca debió consentir ese tipo de conductas tóxicas en sus relaciones, es por eso que ahora va a terapia, lo que le ha ayudado a acabar con esa toxicidad de la que se rodeaba, consiguiendo una nueva vida, con un nuevo orden, con nuevas personas que la quieren y con la consiguiente recuperación de relaciones que perdió por razones obvias. 

Como parte de esa terapia, se le pidió que escribiera una carta de despedida a la persona que más daño le hizo, en este caso al padre de su hijo, con el cual mantuvo una relación durante un largo tiempo y al acabar, él la denunció varias veces en falso y se esforzó mucho por difamarla. Hoy por hoy ha descubierto, que no importa cuantas mentiras se viertan sobre ti, porque quien te conoce no las cree y quien las cree, no es bueno para ti. 

Su carta dice así:

“Hoy te escribo para mí, porque quiero perdonarte, pero no es un perdón egoico, puesto que no soy nadie para perdonarte nada en la vida, las cuentas se saldan en el camino. 

Este es un perdón para mí misma, para no almacenar ese rencor que no es natural en mí, un odio y una rabia, que te esfuerzas mucho en reforzar, pero que entiendo que es tuyo y no me pertenece. 

Hace mucho que he comprendido que el rencor no lleva a ninguna parte, al menos a ninguna buena y que solo sirve para hacerse daño a uno mismo. Pero de verdad, has jugado tanto con mi cabeza, has manipulado tanto, has mentido tan deliberadamente y sin remordimientos ni empatía por los sentimientos míos o de nuestro hijo, que me has hecho olvidar que toda esa basura emocional es tuya. No sé qué le diré a él cuando crezca, sobre el trato que le diste a su madre, porque, te guste o no, siempre voy a ser su madre, como tú su padre. 

Has sido tú el que has hecho el daño, el que mintió en todo momento, distorsionó y no se preocupó de sus responsabilidades, no es justo que nosotros paguemos por eso. Así que hoy quiero verbalizar ese BASTA, para soltar la amargura, el dolor y la pena que no deben estar en mí, porque no son consecuencia de mis actos, si no de los tuyos, alguien que ya no tiene relevancia en mi vida. 

Hace mucho que dejé de ser tuya, según tú , porque te enamoraste de otra persona. Según yo, porque dejé de ser tu eco, tu muñequita, tu juguete, tu reflejo, tu objeto de deseo. 

Cada día doy gracias a esa persona que hoy es el amor de tu vida, como lo fui yo en su momento. Ella me liberó de ti, me dio el valor de alzar la voz y desplegar las alas. Por mucho que despotrique contra mi persona, no puedo hacer más que entenderla, porque yo también he estado ahí. Solamente espero, deseo y hasta rezo porque ella te ayude a reaccionar y ver la toxicidad que te envuelve y no te permite liberarte de ese ego, de toda esa basura, propia y ajena, que te hace comportarte como el ser cruel, ruín y miserable, que me sigo negando a creer que eres, a pesar de las evidencias que vas dejando a tu paso. 

Nuestro hijo seguirá creciendo y yo JAMÁS  le hablaré mal de su padre más allá de lo que tú mismo le demuestres.

Hoy, definitivamente verbalizo que me he liberado de tu control, de tu poder para perturbarme, que tu basura es tuya, que te esforzaste mucho en fabricarla y que deseo que alcances tu felicidad a pesar de toda tu obra. 

Te voy a seguir viendo porque nuestro hijo es de ambos, así debe ser, pero ya, para mí, no eres nadie.

Me despido con todo el amor que te tuve y que ahora es solamente mío, para compartirlo con quien me da la real gana. 

Hasta siempre.“