Redacción - 8 de septiembre de 2020
Un lince ibérico llamado Platero ha muerto atropellado en una carretera de la Dehesa de Abajo, en la el término municipal de la localidad sevillana de La Puebla del Río.
Se trata de un macho nacido en el año 2018, hijo del lince Lupa y hermano de otro llamado Pelusa. Al contrario de lo cabría esperar, la pandemia del coronavirus no solo no ha ayudado a estos mamíferos, que se encuentran en serio peligro de extinción, ya que la reducción del tráfico en las carreteras ha provocado que los coches aumenten su velocidad y esto a su vez ha causado más atropellos.
En lo que llevamos de 2020 ya han muerto más de 30 linces ibéricos, de los cuales 10 han fallecido en las carreteras cercanas al Parque Nacional de Doñana. Organizaciones ecologistas como WWF alertan de que podríamos acabar este año peor que el anterior, en el que murieron 34 felinos de esta especie en las carreteras españolas.
La Junta de Andalucía comenzó en 1994 un ambicioso programa para recuperar la población de esta especie, fruto de ello se han conseguido grandes avances y los nuevos linces ibéricos que van naciendo están comenzado a viajar fuera de Doñana para establecerse en sus propios territorios.
Así, ya se pueden ver algunos ejemplares en zonas como La Puebla del Río o incluso la comarca del Aljarafe, colindante con el área metropolitana de Sevilla.
