Redacción - 16 de octubre de 2020
La inversión se ha convertido en una pieza clave del manejo de las finanzas personales. Indistintamente se haga para asegurar una vejez más estable, para capitalizar los ahorros o para hacer frente a crisis económicas, saber cómo y dónde invertir dinero es crucial para todo adulto que disfrute de cierta solidez económica.
Sin importar cómo se haga, toda inversión conlleva cierto nivel de riesgo. Los mercados siempre están en constante fluctuación y es imposible predecir al 100% de eficacia cómo será el comportamiento de los fondos invertidos a corto, medio o largo plazo.
Es por esta razón que la mejor técnica para reducir al mínimo los riesgos es utilizando un sistema de diversificación. Este consiste en que en vez de destinar todo el dinero en una única inversión, se destine a varias de estas, de manera que el capital se ampara en varias alternativas en caso de que una de ellas no resulte como se esperaba. Más información en: elpaisfinanciero.com/invertir/.
La diversificación se debe emplear tanto a los tipos de activos por los que se apuestan, como al ámbito geográfico a los cuales estos están sujetos. De esta manera, el capital no depende exclusivamente del crecimiento económico de determinada región, o de sus contracciones, sino que está dividido de manera que pueda responder a mercados de diversas geografías.
Una vez se ha considerado lo anterior, es momento de explorar todas las opciones que existen en el mercado para invertir dinero de manera segura. Aunque existen decenas, las más estables son las siguientes:
Las acciones han sido desde hace siglos la mejor forma de asegurar un capital invertido. Toda acción es un símbolo que representa una parte del patrimonio de una empresa. Si esta crece, la acción también lo hará, lo que se traduce en un retorno de la inversión proporcional al porcentaje de la empresa que se tiene.
Para asegurar una correcta inversión en acciones, primero se debe hacer un estudio bursátil sobre cuál es la mejor opción. El patrimonio de una empresa, el mercado que domina y su rendimiento en los últimos años sumado a sus aspiraciones a futuro son solo algunas cosas que se deben asegurar antes de destinar los ahorros en una acción.
Aunque en cada bolsa las tendencias son diferentes, algunas que han mostrado un crecimiento constante desde hace 2 décadas son todas las empresas de tecnología. Apple, Alphabet, Samsung, Facebook, AT&T y Microsoft son solo un ejemplo de ello.
También se puede apostar por modelos estilo startup, cuyo crecimiento sigue una línea exponencial, como fue el caso de Xiaomi en 2011.
Los fondos de inversión son una figura que recoge el dinero de diversos inversionistas para destinarlo a un bien común, generalmente propuesto por la figura, sociedad o entidad que lo gestiona. Estos pueden ser de renta fija, variable, mixta o de retorno absoluto.
La participación del inversor es proporcional a la cantidad total sobre la cartera. La ventaja de esta opción es que se permite la participación con cantidades muy pequeñas de dinero, es gestionado por un equipo profesional y el proceso es en todo momento transparente. Los fondos de pensiones, por ejemplo, son una variante que se puede considerar.
Un bono es un título de una deuda, representa el compromiso que tiene el emisor de devolver el dinero al portador en determinado plazo y con cierto porcentaje de interés.
Este estilo contrasta con la compra de acciones, ya que en estas últimas el individuo se hace socio de una empresa, mientras que en los bonos adquiere el papel de un prestamista que no tiene potestad en la organización que los emite.
En síntesis, lo que se hace es prestarle dinero a una entidad y esta se compromete, con el aval de un bono, en pagarlo durante el tiempo y las condiciones estipuladas. Los emite el Estado o por medio de organizaciones privadas y los tipos más populares son de canjeo, convertibles, de caja y con base 0.
Conocido en el mercado anglosajón como exchange-traded fund, es una especie de híbrido entre los fondos y las acciones. Cuenta con las principales características de un fondo de inversión tradicional, salvo que también se cotizan en el mercado secundario, al mismo estilo de las acciones.
Hace un par de años era una figura poco considerada en el momento de invertir, pero recientemente ha cobrado una popularidad inesperada entre empresas e inversionistas.
Sin importar el modelo de inversión que se elija, lo importante es hacerlo con conocimiento de causa de los riesgos y posibles escenarios de retorno del dinero.
Familiarizarse con conceptos básicos del mercado bursátil y tipos de inversión, realizar estudios de sostenibilidad, contar con asesorías de expertos y adecuar el método al capital que se dispone son solo algunas de las cosas que no se deben pasar por alto.
