Redacción - 5 de mayo de 2021
Los vecinos del barrio de Padre Pío, están visiblemente enfadados con el Ayuntamiento de Sevilla por unas obras con las que prometían solucionar uno de sus principales problemas. Se trata del arreglo de la pasarela peatonal situada en la calle Bollullos y que a diario utilizan decenas de escolares y habitantes de la zona.
Esta sufría inundaciones cada vez que llovía y las juntas de dilatación eran tan grandes que "literalmente cabía un pie". Para poner fin a estos problemas desde el consistorio municipal se pusieron manos a la obra realizando una primera intervención que fue calificada como chapuza por los vecinos.
Entonces, tan solo limpiaron los muros y las escaleras y pintaron la base de la pasarela, pero ni siquiera intervinieron en los pasamanos dejando la infraestructura con los mismos problemas y a medio pintar.
Por supuesto, la intervención no solucionaba el problema de las inundaciones así que los vecinos, con razón, se quejaron a los empleados y estos finalmente improvisaron una solución añadiendo unos desagües y aumentando el firme con una torta de hormigón.
La actuación de los vecinos, convertidos en improvisados jefes de obra, no solucionó el problema ya que una semana después, con la primera lluvia, se comenzó a levantar el hormigón por los bordes.
Los habitantes de la zona denuncian que esta ha sido una de las pocas intervenciones que ha realizado el Ayuntamiento en su barrio en toda la legislatura y critican que tras siete años solicitando una solución se haya realizando una "chapuza" que además a tenido un coste de 134 mil euros.
