25 de abril de 2024
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Cómo el estrés afecta el cuerpo

Cómo el estrés afecta el cuerpo

Redacción - 20 de julio de 2021

Todo el mundo sufre de estrés en algún punto de su vida, ya sea la muerte de un ser amado, comenzar un nuevo trabajo o por ejemplo, una responsabilidad cotidiana puede dar inicio a un episodio de estrés.

Existe una relación entre las enfermedades físicas y el manejo del estrés

Una gran parte del mundo científico señala que el estrés a corto plazo es, de hecho, un elemento indispensable para la supervivencia; sin embargo, a largo plazo puede traer consecuencias bastante indeseables si no sabemos cómo controlarlo de forma efectiva.

La irritabilidad, los dolores de cabeza, la depresión, ataques de ansiedad o problemas para conciliar el sueño son algunas de las consecuencias más comunes del estrés, señalan los especialistas. Todos estos son síntomas que de una u otra forma tienen relación con el comportamiento o con el estado mental. 

Y, nuevamente señalamos: aunque son claves para la sobrevivencia, el cortisol y la adrenalina pueden llegar a afectar y debilitar los órganos y algunas partes del cuerpo, según el Instituto Americano del Estrés (AIS), organización sin fines de lucro que brinda todo tipo de información relacionada al estrés.

Sistema digestivo

Si has sufrido de periodos de estrés durante un tiempo, seguramente habrás notado cambios desagradables en tu sistema digestivo: hinchazón abdominal, reflujo o acidez estomacal, estreñimiento, etc. Estas, siquiera, son algunos de los muchos efectos que puede tener el estrés a largo plazo, momento en el que el estrés pasa de ser un episodio a un problema crónico.

Además, y menos apreciable, el hígado es bastante sensible a este estado, y por su parte, produce glucosa que se dirige directamente al torrente sanguíneo. 

Y teniendo en cuenta que es probable que los individuos que están siendo sometidos durante largos periodos de tiempo a estrés no puedan hacerle frente a este aumento adicional de azúcar, implica un grave riesgo de desarrollar diabetes tipo II.

Por otro lado, este estado mental también es capaz de afectar la digestión y la forma en la que se absorben los nutrientes en el intestino, así como una inapropiada regulación metabólica.

Sistema inmunológico

El cóctel de hormonas que libera el estrés reduce drásticamente la respuesta del organismo a agentes externos como virus o bacterias, por lo que el riesgo de penetrar en nuestro cuerpo es más elevado. Esto quiere decir que una persona estresada, es más susceptible a padecer enfermedades.

No solo una gripe puede llegar a enfermarnos con mayor facilidad, sino que además, también afectará nuestra respuesta a la misma, lo que hará que pasemos más tiempo en cama, ya que la recuperación de la enfermedad se vuelve mucho más lenta.

Sistema respiratorio y cardiovascular

El asma suele ser una patología común, por lo que si estás dentro del porcentaje de personas que la padece, el estrés puede dificultar aún más la respiración. Por otro lado, el corazón también se ve afectado por este estado, bombea notablemente más rápido. Mientras que las hormonas liberadas, provocan una vasoconstricción y a su vez, llevan más oxígeno a los músculos, aumentando la presión arterial.

Este aumento de trabajo para el corazón, sumado al aumento de la presión arterial, también puede incrementar el riesgo de padecer un derrame cerebral o un ataque cardíaco.

Los músculos también se ven afectados

La tensión muscular tiene una estrecha relación con el estrés, desencadenando dolores de cabeza, de hombros, espalda o dolores corporales en general.

No solo nos sentimos, literalmente, muy tensos, sino que además, el estrés cuando se vuelve crónico también puede verse implicado en la aparición de desequilibrios en el comportamiento, como desórdenes alimenticios o el uso de drogas y alcohol.