Redacción - 17 de marzo de 2022
Cuando un sector crece y madura, suelen aparecer oportunidades de negocio alrededor del mismo. Esto es lo que ha ocurrido, precisamente, con las apuestas deportivas.
Debido al gran incremento, crecimiento y penetración en sociedades como la española (donde no existía la gran tradición de apuestas deportivas que existe en otros mercados como el de Reino Unido, donde tienen incluso días festivos donde las familias realizan sus apuestas juntas), han aparecido unos profesionales llamados tipsters. Y ojo, los que precisamente son profesionales no suponen un problema, ya que es una actividad legítima y que beneficia a muchos usuarios que quieren apostar pero no tienen los conocimientos suficientes en ningún deporte como para tener unas grandes posibilidades de ganar sus propias apuestas.
Los tipsters no son más que profesionales de las apuestas deportivas que comparten sus pronósticos profesionales de fútbol o de cualquier otro deporte en el que estén especializados.
Pero como ocurre en otros muchos sectores, es una profesión que adolece de un alto grado de intrusismo. Muchos chavales que han empezado a apostar han visto que es una gran oportunidad de conseguir dinero de forma segura (a diferencia de con las propias apuestas), por lo que se lanzan a crear su canal de Telegram (el ecosistema en el que más tipsters conviven y luchan por cazar a los máximos clientes posibles, quienes también buscan pronosticadores y apuestas en esta red social).
El principal problema que se nos plantea a la hora de valorar a los tipsters es cómo monetizan su actividad. Desde luego, si consideramos que ser pronosticador deportivo es una actividad profesional legal, es normal que ganen dinero con ello.
Algunos no dejan lugar a dudas en este aspecto: cobran una suscripción mensual a sus clientes, los cuales le pagan directamente el dinero que corresponda y acceden a los pronósticos que el tipster realice durante la duración de su suscripción. Nada que objetar.
Pero otros, y aquí viene el problema que muchos usuarios denuncian, cobran de las casas de apuestas. Para las casas de apuestas, los tipsters suponen una herramienta de marketing muy potente que saben que pueden llevarles directamente su marca a potenciales clientes que ya apuestan y que pueden probar su casa si son incentivados por los tipsters que colaboran con ellas. En algunas ocasiones, como han señalado algunas investigaciones de notable relevancia en algunos medios ingleses, ganando por cada apuesta perdida por los usuarios que se registran en la casa de apuestas a través del tipster.
Por todo lo anterior, es algo clave elegir correctamente en quién o quiénes confiamos para seguir sus pronósticos apostando nuestro dinero. Para esto, lo más sencillo es recurrir a páginas confiables, que lleven tiempo compartiendo pronósticos con sus usuarios y que, además, suele ser de forma gratuita. Un ejemplo de ello es la página enlazada desde este mismo artículo, la cual lleva años compartiendo pronósticos bastante fiables de forma gratuita.
Intenta evitar los tipsters de redes sociales rodeados de fajos de billetes porque eso no tiene más que un nombre: marketing. Pero para nada conseguirás esas cantidades de dinero siguiendo las apuestas de ese tipo de tipsters.
