Redacción - 11 de octubre de 2022
Las acciones y los CFDs son dos de las formas de operar en los mercados financieros en la actualidad. Cada instrumento cuenta con elementos similares, pero con diferencias bien establecidas que permite disfrutar de beneficios o desventajas en función de la oferta.
A continuación, conoce algunas de las diferencias más destacadas para obtener la información necesaria y determinar los riesgos.
Existen similitudes entre el trading de acciones y CFDs, siendo la principal el acceso a mercados globales con miles de oportunidades de inversión. Además, ambas permiten aprovechar el aumento de los precios y ajustar los dividendos e intereses. Sin embargo, poseen diferencias marcadas de las cuales conviene conocer las siguientes:
Cuando se invierte en acciones o negociaciones de acciones, el inversor obtiene la propiedad directa del activo, por ejemplo, las acciones de una empresa. Para ello, debe pagar el valor total de la posición por adelantado, pues se debe cubrir el costo de la operación.
Por otra parte, cuando se invierte en acciones CFD, se especula sobre el comportamiento de los precios, sin asumir la propiedad y colocando un monto de margen como apalancamiento para abrir su posición. Esto conlleva un riesgo inherente pues, aunque aumenta tanto las ganancias, puede incrementar las pérdidas.
En el negocio de los CFDs hay disponibilidad de más de 18000 mercados en los que se incluyen acciones y ETF, índices, pares de divisas, materias primas y mucho más. En otras palabras, cuenta con una amplia cobertura y variedad de instrumentos.
La inversión en acciones tiene un mercado más reducido, con poco menos de 13000 mercados con acciones globales y ETF.
Al invertir en CFDs, el desembolso o depósito inicial para operaciones apalancadas oscila entre el 20 % y el 25 % del tamaño total de la posición y, en el caso de los CFD de divisas, la inicial es de 3,33. No obstante, con los CFD de acciones, es importante tener en cuenta que se debe pagar una comisión después de abrir la posición.
Por otra parte, en el trading de acciones se debe pagar el valor total de la posición por adelantado.
En el mercado de CFDs se puede ir en largo y especular que los precios suben, pero también se puede ir en corto para especular con la caída de los precios. Gracias a ello, es posible ganar protección contra cualquier acción tradicional, diversificando la cartera.
Sin embargo, en el trading de acciones no se puede ir en corto como recomendación estándar. Para ir en corto con acciones, se necesita pedir prestadas acciones, eventualmente de un corredor, para venderlas y luego volver a comprarlas. Se trata de un procedimiento no aconsejado.
Al operar con CFDs, por lo general, no se debe pagar el impuesto de timbre, pero sí el impuesto a las ganancias de capital sobre cualquier ganancia. Las pérdidas pueden compensarse con las ganancias como una deducción fiscal.
En la inversión de acciones se debe pagar el impuesto de timbre sobre cada trato y también el impuesto sobre los ingresos de capital sobre las ganancias. En el caso de las posiciones de acciones abiertas empleando Cuentas de Ahorro Individual, no se debe pagar impuestos.
Sin embargo, todo lo referente a las leyes fiscales está sujeto a cambios y dependen de las circunstancias individuales del inversor o de la operación.
Existen otras diferencias que se deben tener en cuenta al momento de evaluar el trading de acciones y CFDs. Estas son:
