Redacción - 31 de octubre de 2022
Sea cual sea tu opinión acerca de la generación Z, lo que es indudable es que tiene un gran poder en el mundo actual. Nacidos entre finales de la década de 1990 y mediados de la década de 2000, la generación Z tiene una importancia y una influencia en el consumo tan enorme que no podemos desdeñarla.
Deciden qué tendencias prevalecen, están redefiniendo el concepto de trabajador y saben cómo organizarse para posicionarse a favor o en contra de algo. Sin embargo, más que un simple poder social, lo que tienen es un enorme poder adquisitivo.
Las marcas deben entender qué motiva a esta generación y conocer sus preferencias de compra, de modo que puedan adaptar las estrategias de venta para satisfacer sus necesidades y captarlos como clientes. Este colectivo busca diversión, autenticidad y calidad.
Valores como la sostenibilidad y la ética influyen en gran medida en las decisiones de compra de la generación Z, que exige a las marcas que creen bienes y servicios que reflejen su visión del medio ambiente y la justicia social, con una conciencia agudizada del consumo responsable.
Los resultados de un estudio reciente arrojaron que la gran mayoría de los miembros de la generación Z se esfuerza por vivir la vida de una forma más sostenible, como por ejemplo comprando ropa respetuosa con el medio ambiente. Otros aspectos importantes para la generación Z son las marcas que se preocupan por reducir su huella de carbono, que usan materiales ecológicos y que apuestan por la diversidad, la inclusión y salarios dignos.
La generación Z gira en torno a la personalización más que cualquier otro grupo demográfico. Los expertos sugieren que los consumidores de la generación Z están más predispuestos a comprar marcas que apuesten por la personalización, ya sea con productos customizados o con una experiencia de compra única.
Crecer en un mundo digital inmersivo ha influido en gran medida en la actitud de la generación Z respecto a la personalización. Compartir datos personales es lo más normal, como también lo es la creencia de que cualquier sitio web sabe lo que buscas antes de que se lo digas, por lo que esperan una experiencia fluida y personalizada adaptada a sus requisitos y preferencias personales.
Las redes sociales son muy importantes en las campañas de marketing de las marcas, que deben ser muy cuidadosas a la hora de dirigirse a los consumidores de la generación Z.
Instagram continúa siendo uno de los canales más influyentes y creativos del mercado, y las marcas, sobre todo las más nuevas, lo prefieren por encima de Twitter y Facebook. Mientras que los clientes de marcas ya establecidas pueden mostrarse más reticentes a comprar a través de una app, dichos reparos desaparecen cuando se trata de marcas que acaban de descubrir. Por lo tanto, las nuevas marcas que apuesten por Instagram deben usar bien esta plataforma para facilitar el proceso de compra.
TikTok ha empezado a revelarse también como un espacio de comercio electrónico muy útil. Teniendo en cuenta que el 60 % de sus usuarios pertenecen a la generación Z, es la plataforma ideal para llegar a este grupo demográfico. El hashtag #TikTokMeHizoComprarlo, con casi 300 millones de visualizaciones, es el catálogo de productos más ecléctico de las redes sociales. Influencers y marcas usan este hashtag para mostrar y poner a prueba productos recién salidos al mercado, por lo que se ha convertido en una herramienta esencial tanto para darlos a conocer como para potenciar sus ventas. Algunos productos incluso se han hecho virales gracias a este hashtag.
En comparación con grupos demográficos anteriores, la visión del género por parte de la generación Z es mucho más fluida, y dichos valores se reflejan en sus hábitos de compra. No tienen reparos en comprar ropa pensada para el otro género, pero consideran que los roles de género tradicionales y el lenguaje usado para referirse a ellos están anticuados, hasta el punto de que los vendedores que los emplean suelen ser tachados de ofensivos. El propio sistema binario para definir los géneros se considera desfasado y perjudicial, ya que obliga a la gente a aceptar ciertas cualidades que se alinean con los estereotipos de masculinidad o feminidad.
Los miembros de esta generación, a pesar de influir en qué tendencias se imponen, es también conocida por romper tendencias, mostrando preferencia por la ropa que simplemente les permite sentirse cómodos antes que por aquella que está de moda. No tienen miedo a ir contracorriente, abrazan el individualismo y esperan que las marcas no solo respeten estos valores, sino que además los reflejen con sus políticas.
Son muchos los que se han subido ya al carro de la generación Z. Por ejemplo, los casinos se han dado cuenta de que, para atraer a este público, necesitaban explorar nuevos canales, como los juegos de casino online, para vender su producto. Ahora le toca mover ficha a las marcas, que deben adaptar su planteamiento a las exigencias de este grupo tan influyente si quieren atraer realmente su atención y generar ventas.
