Redacción - 18 de noviembre de 2022
El cannabidiol es una sustancia exclusiva de la planta de cannabis sativa que cada vez se vuelve más popular. Y a pesar de que hay distintas formas de uso, el aceite de CBD propiedades es uno de los más conocidos. Pero también se encuentran en cápsulas, extracto o líquido vaporizado.
Este compuesto natural parece tener efectos sobre ciertos químicos en el cerebro. Dado que, interactúa de diversas formas con una amplia variedad de receptores en nuestro cuerpo.
Por esta razón, en ocasiones es recomendado para tratar una gran variedad de trastornos y afecciones. Así que, hoy hablaremos de cómo el CBD se une con esos receptores del cerebro para producir efectos positivos en muchos niveles.
El CBD trabaja de manera bastante sencilla. Pero antes, conviene saber lo que hace el sistema endocannabinoide (SEC).
Hablamos de un sistema formado por una red de enzimas, receptores y lípidos presentes en el cerebro de múltiples mamíferos. Entre tanto, nuestro SEC es el responsable de mantener la capacidad y el equilibrio del cuerpo para que pueda funcionar.
Entonces, algunos científicos notaron que el CBD se acopla a distintos receptores en el cerebro. Y lo hace trabajando junto con el SEC para producir grandes efectos sobre la salud.
Verás, una vez el cannabis ingresa al organismo, sus moléculas se dirigen hasta el sistema donde se hallan los receptores. Estos interactúan con el CBD y otros cannabinoides. Ya sea que estén abiertos, cerrados o quizás ocupados por una molécula diferente.
Entonces, si existe algún problema en una parte del cuerpo, son capaces de detectarlo. En consecuencia, lo enlazan con los receptores cercanos aportando así sus beneficios que pueden ayudar con:
No obstante, estas apenas son algunas de las funciones importantes que supervisa el SEC.
Uno de los receptores a los que se une el CBD es al de la de serotonina, también conocido como 5-HT1A. La serotonina es un neurotransmisor que el cuerpo produce de manera natural y opera como mensajero entre células nerviosas. Dicha hormona, está relacionada con el estado de ánimo.
Por lo tanto, la interacción del CBD con el receptor 5-HT1A, podría tener la capacidad de actuar como ansiolítico, antidepresivo y neuroprotector del cerebro.
Algunos estudios muestran los posibles beneficios del CBD para tratar diferentes trastornos como:
Sin embargo, la revista Neurotherapeutics indica que los efectos positivos para tratar trastornos de ansiedad, pueden notarse al administrarse de forma aguda.
Al mismo tiempo, apunta que se necesitan más investigaciones que evalúen los efectos terapéuticos, así como su uso prolongado.
Los receptores NMDA son canales asociados con la memoria, los procesos de aprendizaje, el desarrollo y la plasticidad neural.
Al CBD, por su parte, se le confiere propiedades neuroprotectoras que pueden servir para regular algunas funciones cerebrales.
De hecho, un informe señala que el cannabidiol reduce el daño cerebral, el cual se relaciona con patologías isquémicas y degenerativas. También se cree que puede mejorar el aprendizaje, el estado de ánimo y la formación de la memoria.
Según investigaciones, el cannabidiol parece tener la capacidad de desensibilizar el TRPV1. Un receptor que sirve como regulador de la temperatura corporal y valioso para la fisiología sensorial y del dolor.
Esta interacción le otorga al CBD un efecto:
Por lo que puede ayudar a disminuir dolores severos, hinchazones y hasta atenuar la inflamación.
En este caso, destacaremos dos receptores que juegan un rol significativo en el sistema inmunitario.
Primero, el CB1, ubicado en el sistema nervioso central y segundo, el CB2, por lo general, en el periférico.
Este hecho sugiere que los cannabinoides ejercen un papel esencial en la regulación del sistema inmunitario.
Dado que, el CBD podría acortar la producción de citoquinas (pequeñas proteínas). Lo que significa que es posible que sirva para suprimir las respuestas inflamatorias.
Sin embargo, los resultados de las sustancias para controlar el sistema inmunológico varían. Es decir, depende del paciente, los objetivos y la medicación.
Por ejemplo, al emplear inmunoterapia para el cáncer, no se deberían utilizar cannabinoides porque chocaría. Es por ello que se debe acudir a un médico que determine si el CBD puede interactuar con algún medicamento que tomes.
El CBD también se usa para prevenir ataques epilépticos por su efecto anticonvulsivo. Además, un estudio destacó su potencial eficacia y que sus alcances adversos son muy bajos.
Incluso, existe un medicamento aprobado por la FDA y que se prescribe a base de aceite de CBD.
En especial, para tratar dos tipos graves del trastorno, el síndrome de Dravet y el síndrome de Lennox-Gastaut. Aunque también para el complejo de esclerosis tuberosa.
Hablamos del Epidiolex, quien se agrupa con los diferentes receptores cerebrales para contribuir con el control y prevención de convulsiones.
Pese a lo antes expuesto, las pruebas científicas clasifican su eficacia, en algunos casos, como posiblemente eficaz o insuficiente.
Además, por sí solo puede ser poco efectivo, por lo que se requieren dosis más altas. Y hasta inútil para condiciones concretas.
Por otro lado, hay algunos factores que pueden influir en los resultados de la ingesta del CBD. Entre ellos podemos mencionar los siguientes:
En consecuencia, antes de consumir CBD en cualquiera de sus presentaciones, se recomienda ir con un profesional de la salud. Primero, para que te explique mejor cómo funciona y si sirve para lo que necesitas en ese momento. Segundo, para saber cómo pueden interactuar los factores descritos con la cantidad de CBD que deberías utilizar, entre otras cosas.
