Digital Sevilla
6 de enero de 2023
El año 2022 nos ha dejado la dramática cifra de 4 asesinatos machistas en la provincia de Sevilla. En la mitad de los casos los asesinos y sus víctimas eran de nacionalidad extranjera y en la otra mitad politoxicómanos con antecedentes penales.
El primero de los asesinatos machistas se produjo el pasado 25 abril en la calle Ágata del barrio de la Macarena, en Sevilla capital. Se trataba de Virginia G.T., de 51 años, que murió asfixiada a manos de su ex pareja, siendo ambos de nacionalidad boliviana.
El cuerpo de Virginia no se encontró hasta finales de junio porque el autor del crimen envolvió el cadáver en plásticos y lo ocultó junto al río Guadalquivir. Justo al comienzo del verano, los agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional localizaron los restos y pusieron cerco sobre el asesino que terminó confesando los hechos.
El segundo crimen se produjo también el mes de junio en la localidad sevillana de Dos Hermanas, donde los cuerpos de una pareja se encontraron en avanzado estado de descomposición en la casa en la que convivían. Ambos eran politoxicómanos y desde hacía años los vecinos solían escuchar peleas y gritos. La investigación determinó que el hombre asesinó a su pareja y luego se suicidó. Junto a los cuerpos se hallaron restos de metadona y otras sustancias.
El tercer crimen machista se produjo el 13 de agosto de nuevo en Sevilla capital. Otra pareja de politoxicómanos originaria del conflictivo barrio de Las Tres Mil Viviendas fue encontrada sin vida dentro de un transformador próximo al centro comercial Los Arcos. La investigación también llegó a la conclusión de que el varón mató a mujer y luego se suicido.
La última víctima de la violencia machista fue asesinada el pasado mes de diciembre en el barrio de Montequinto con tan solo 31 años. Se trataba de una mujer de nacionalidad guatemalteca. El asesino, su expareja, era un hombre de 47 años y de nacionalidad colombiana contra el que pesaba al menos una denuncia previa por maltrato y contaba con una orden de alejamiento sobre la víctima.
Estos datos contradicen estudios que aseguran que la mayoría de los crímenes machistas son producidos por españoles y deberían de servir para tomar medidas concretas que ayuden a evitar el mayor número de asesinatos, como programas para ayudar especialmente a mujeres en situaciones de vulnerabilidad por encontrarse viviendo en un país extranjero, donde no siempre tienen amigos y familia a los que acudir en caso de necesitarlo, o por encontrarse en situación de pobreza o dependencia del consumo de drogas.
