Redacción - 6 de octubre de 2023
El universo financiero está en constante evolución y las criptomonedas son una de sus maravillas recientes. Los primeros en adoptarlo, como immediate alpha, aprovecharon la oportunidad y demostraron las atractivas posibilidades de esta frontera digital. Sin embargo, el terreno estaba plagado de trampas que atraparon a muchos exploradores mal preparados.
Regiones como América del Sur, Asia y África están apostando sus derechos en la carrera de adopción de criptomonedas, con América del Sur a la cabeza. La decisión de El Salvador en 2021 de reconocer Bitcoin como moneda de curso legal ha sido transformadora para que la consideren otras naciones latinas.
Navegando por la moneda digital en América del Sur
Desde la década de 2010, la inclinación de la región hacia los activos digitales fue provocada por la agitación económica, particularmente las crisis financieras en naciones como Venezuela. A medida que los sistemas económicos convencionales flaqueaban, países como Argentina y Venezuela encontraron consuelo en Bitcoin, utilizándolo como baluarte financiero y preservador de riqueza. Al mismo tiempo, Brasil surgió como un terreno fértil para los intercambios de criptomonedas y las nuevas empresas. El crecimiento constante del comercio entre pares en todo el continente significa una aceptación genuina de esta forma de finanzas digitales.
Sin embargo, la regulación sigue siendo un intrincado enigma. Si bien algunos gobiernos acogen con satisfacción la tendencia, otros proceden con cautela. Sin embargo, a pesar de este mosaico regulatorio, el hambre de criptomonedas en América del Sur persiste y sirve como antídoto económico y como conducto de inversión.
El predominio de las CBDC en América Latina
Las monedas digitales del banco central (CBDC) son monedas digitales creadas por naciones en respuesta a los florecientes sectores de las criptomonedas y blockchain. No se trata de meros tokens digitales, sino de versiones virtuales respaldadas oficialmente de monedas nacionales. Las CBDC funcionan bajo la supervisión de los bancos centrales, que inherentemente supervisan la política monetaria y la difusión de la moneda de una nación.
Muchos bancos centrales de América Latina y el Caribe (ALC) están contemplando la ruta CBDC. En particular, aproximadamente el 50% de esta región muestra interés en los marcos CBDC minoristas (diseñados para el público en general) y mayoristas (adaptados a instituciones financieras).
Precaución con las criptomonedas
Ver una billetera digital como una fortaleza inviolable puede ser engañoso, particularmente dada la volatilidad intrínseca de las criptomonedas. Anticipar que los activos de uno se dispararán de la noche a la mañana es casi increíble. Los inversores inteligentes habitualmente profundizan, descifran las oscilaciones del mercado, analizan los datos y extraen conocimientos.
El atractivo de las criptomonedas no debe eclipsar sus obstáculos inherentes, que abarcan:
Las criptomonedas a menudo reflejan el estado de ánimo global, respondiendo incluso a alteraciones mundiales sutiles. Los traders experimentados son muy conscientes de cómo los acontecimientos internacionales pueden influir en las valoraciones de las criptomonedas. Los infames cambios de precios de Bitcoin subrayan la volatilidad inherente de estas gemas digitales.
Perspectivas futuras: el camino a seguir para las criptomonedas
Las criptomonedas, especialmente en Sudamérica, han experimentado un ascenso meteórico. No obstante, siguen siendo instrumentos complejos que requieren una navegación hábil. Al mirar hacia el futuro, es posible que se materialicen marcos regulatorios más estrictos. Sin embargo, el atractivo de las criptomonedas como principales candidatas de inversión probablemente persistirá sin atenuarse.
