
22 de julio de 2024
El trabajador de oficina pasa sentado en el escritorio, de media, 7 horas al día. Este tiempo es más que considerable y tiene consecuencias para la salud. Por eso, tanto los propios empleados como los directivos de las empresas buscan fórmulas para mejorar su confort en las instalaciones.
De todos los elementos que se usan ante el ordenador, una silla de calidad es lo más solicitado. Afortunadamente, hoy en día el mercado está lleno de opciones… Lo que no es tan fácil es encontrar sillas de oficina para espacios pequeños que cumplan con los criterios de ergonomía y comodidad.
Una silla es un elemento de tamaño medio o grande que, además, necesita de un espacio necesario para facilitar los movimientos al trabajador y para que este no esté constreñido contra la mesa de trabajo.
En espacios grandes, esto no es un problema: la cantidad de modelos de sillas ergonómicas de gran tamaño es muy alta y los usuarios pueden encontrar opciones más que interesantes a diferentes precios, adaptadas a unas u otras estéticas, etc.
El problema viene cuando la oficina es más pequeña. En estos escenarios, se suele apostar por juntar todo lo posible los elementos (mesa, ordenador, impresora, archivo…) y esto acaba pasando factura a la silla, que debe ser pequeña y poco voluminosa.
Hasta hace unos años, silla pequeña y ergonomía no eran realidades que pudieran ir unidas. Afortunadamente, productores especializados como SillaOficina365 se han preocupado por esta situación para ir ampliando poco a poco su catálogo e incluir referencias útiles para espacios reducidos.
Y que el tamaño no sea un detrimento para la calidad: confort, estética, durabilidad… Todos estos valores también se pueden aplicar a las sillas para espacios reducidos.
El ahorro de tamaño es primordial en oficinas pequeñas, una vez que se asume que la comodidad del trabajador es una característica obligatoria.
¿En qué modelos hay que fijarse entonces para no equivocarse? Una opción es apostar por sillas con el respaldo bajo. Son aquellas que no tienen una estructura que llegue hasta la nuca del usuario, sino que terminan en la espalda alta.
Puede parecer que esto no tiene ningún beneficio, pero lo cierto es que resta volumen a las sillas y, sobre todo, mejora la sensación visual en oficinas mínimas, que es algo que también hay que cuidar.
Los respaldos de malla son la última revolución en el sector. Permite crear sillas menos voluminosas, más frescas y menos pesadas. Esta es otra opción interesante en un escenario de poco espacio.
Los modelos de silla confidente no están tan indicados para el trabajo ante el ordenador, pero pueden ser una buena solución cuando hay poco espacio. Se trata de sillas que combinan comodidad y estilo, pero que suelen prescindir de las ruedas, los brazos y otros elementos que son los que agrandan su estructura.
Estas son tan solo algunas de las recomendaciones que ofrecen los especialistas en sillas de oficina. Quienes tienen problemas de espacio pueden utilizarlos para elegir el mejor modelo y cambiar de manera inmediata sus ganas de ir cada día al lugar de trabajo.