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¿Se sabía que el dolor de espalda puede venir de cómo apoyan los pies?

9 de mayo de 2025

El dolor lumbar persistente, las molestias cervicales sin causa aparente, las rodillas que crujen al subir escaleras o los mareos inexplicables pueden tener un origen insospechado: los pies.

Esa parte del cuerpo que rara vez recibe atención, encerrada a diario en calzado que prima la estética sobre la salud y encargada de soportar todo el peso durante las 24 horas, podría ser la clave para restablecer el equilibrio y el bienestar.

Todo comienza en los pies: origen silencioso de muchos dolores

Los pies constituyen los cimientos del cuerpo humano. Son responsables de mantener la postura erguida, facilitar el movimiento, conservar el equilibrio y amortiguar el impacto de cada paso. Además, forman la base de una cadena de alineación que, si se ve alterada, afecta a todo el organismo.

Al imaginar una torre de fichas de dominó, si la base está torceda, todo lo que se apila encima termina desequilibrándose. De igual modo, cuando uno de los pies apoya mal, se distribuye el peso de forma desigual o se adopta una pisada inadecuada, el cuerpo compensa modificando la postura: la espalda se encorva, la cadera se gira, el cuello se tensa… hasta que aparecen los dolores. Lo que en principio puede parecer un simple dolor lumbar muchas veces esconde una disfunción en la pisada.

Postura, columna y pies: el triángulo que sostiene la salud

Al hablar de postura, la mayoría asocia el concepto con la espalda, el cuello o los hombros, pero rara vez se mira hacia abajo. Sin embargo, la postura no comienza en la cabeza; empieza en los pies. Estos reciben información del suelo y la envían al cerebro para mantener el equilibrio. Si existe una desalineación —por una pierna más larga, un arco plantar caído o una pisada errónea—, el cuerpo ajusta otras zonas, provocando tensiones musculares, compresiones articulares y desequilibrios que, con el tiempo, desembocan en dolor crónico.

En este contexto surge la posturología, una disciplina clave en el enfoque global del cuerpo pero todavía poco conocida.

Posturología: qué es y cómo ayuda

La posturología estudia la forma en que el cuerpo se equilibra en el espacio y cómo distintos estímulos —vista, oído interno, mandíbula o pies— influyen en la postura. Un especialista en posturología no se limita a examinar la espalda; analiza el apoyo plantar, la marcha, la alineación de rodillas, caderas, hombros e incluso el cráneo, entendiendo que todo está interconectado.

Con esta visión integral, es posible identificar alteraciones posturales relacionadas con síntomas como:

Dolor cervical o lumbar

Migrañas y vértigos

Fatiga crónica

Problemas en la articulación temporomandibular (ATM)

Dificultad para concentrarse

Desequilibrio emocional por tensión corporal mantenida

A menudo, la solución comienza corrigiendo el apoyo del pie.

Señales de alerta en los pies

Para saber si el origen de los malestares está en los pies, conviene prestar atención a estas señales:

Dolor de espalda, cuello o rodillas sin causa médica evidente

Recaídas frecuentes tras visitar distintos especialistas

Desgaste desigual del calzado

Sensación de cargar más peso en una pierna

Mareos, vértigos o inestabilidad

Cansancio al caminar

Habituación al dolor como parte de la rutina

Si se identifican varios de estos indicadores, es recomendable realizar un estudio postural completo con un podólogo especializado en una visión integral.

Del diagnóstico al alivio: el papel del podólogo

Cuando el dolor se cronifica, suele optarse por soluciones temporales —medicación, masajes, reposo— que no atacan la causa. Un podólogo experto en biomecánica y análisis de la pisada evalúa la forma de caminar y el equilibrio plantar, y determina si se requieren plantillas personalizadas o ejercicios específicos. El objetivo no es solo aliviar el dolor, sino comprender su origen y evitar su reaparición. Entre los procedimientos que puede llevar a cabo están:

Estudio biomecánico de la marcha

Diseño de plantillas a medida

Recomendaciones de calzado

Coordinación con fisioterapeutas y especialistas en posturología

Prevención de lesiones deportivas, caídas en personas mayores y problemas de desarrollo en niños

Calzado adecuado: el sustento invisible

Aunque parezca extremo, un calzado inadecuado equivale a construir sobre arena. Tacones altos, zapatillas sin sujeción o zapatos planos sin soporte modifican la forma de pisar y mantienen ilegalidades posturales. Cambiar de calzado, utilizar plantillas a medida o mejorar la técnica de la marcha puede transformar por completo la salud física y mental.

Mirar más allá del dolor

En una sociedad que solo atiende el síntoma, el verdadero cambio emerge al investigar su causa. Si persisten dolores, fatiga o desequilibrios, es momento de fijar la mirada donde nadie suele hacerlo: los pies. Allí puede hallarse la clave para moverse mejor, sentirse más ligero y dejar atrás el dolor aparentemente insoluble. Acudir a un buen podólogo en Sevilla, con enfoque en posturología, puede ser el primer paso hacia una recuperación duradera

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