
16 de junio de 2025
En un entorno de creciente exigencia económica, digitalización acelerada y presión fiscal creciente, buena parte del tejido empresarial español —formado en su mayoría por pymes— continúa enfrentándose a una dificultad estructural: la generación constante de nuevos clientes.
Aunque las pymes representan el 99,8% del total de empresas en España y más del 60% del empleo, muchas siguen sin lograr estabilizar un sistema de captación de oportunidades que garantice crecimiento sostenido. Esta situación se ha visto agravada tras la pandemia, con un contexto de recuperación desigual, costes operativos al alza y un consumidor más digitalizado y exigente.
Según datos recientes de CEPYME, más del 40% de las pequeñas empresas admite no haber recuperado sus niveles de facturación prepandemia. Y aunque la digitalización aparece como una vía clara para mejorar la competitividad, lo cierto es que muchas pymes no consiguen traducir sus esfuerzos digitales en resultados comerciales tangibles.
Es precisamente en este punto donde nace el Sistema C.L.I.C.K., desarrollado por la agencia de marketing digital Clickmi, especializada en generación de leads y acompañamiento comercial. Se trata de una metodología diseñada para que las empresas, en lugar de ejecutar acciones digitales dispersas o confiar en campañas puntuales, puedan estructurar un proceso de captación y conversión de clientes sostenido, medible y adaptado a su realidad.
A diferencia de otros enfoques centrados en indicadores de visibilidad —como el tráfico web o el crecimiento en redes sociales—, el Sistema C.L.I.C.K. pone el foco en lo que verdaderamente preocupa a cualquier empresa: generar conversaciones de valor, cerrar ventas y mantener un flujo constante de negocio.
“No basta con tener una web bonita o aumentar el número de seguidores. La mayoría de nuestros clientes llegan tras haber invertido en marketing sin resultados reales. Lo que buscan es estructura, foco y una estrategia comercial que funcione”, explica Rodrigo Hernández, CEO de Clickmi.
El sistema no detalla públicamente sus herramientas o tecnología, pero sí estructura su funcionamiento en tres pilares: una estrategia digital adaptada al negocio, una fase de automatización y captación de leads cualificados, y un proceso de acompañamiento para maximizar la conversión comercial.
El reto no es menor. Muchas pymes aún dependen de la recomendación, del cliente recurrente o del ciclo comercial tradicional. En un mercado que ya opera a velocidades digitales, y donde la competencia no siempre es local, sino global, la improvisación deja de ser una opción viable.
Para estas empresas, el principal valor del Sistema C.L.I.C.K. no radica tanto en su componente tecnológico como en su propuesta de estructura: convertir la captación de clientes en un proceso sistemático, escalable y directamente conectado con la actividad comercial.
La transformación digital de las pymes no puede quedarse en el terreno de la visibilidad o la mera presencia online. Requiere vincular los canales digitales a resultados de negocio, algo que aún está lejos de alcanzarse en muchas compañías.
En este sentido, propuestas como el Sistema C.L.I.C.K. representan una evolución lógica: metodologías híbridas que combinan tecnología, estrategia y visión comercial, pensadas para una pyme que ya no busca simplemente “estar” en digital, sino sacar rendimiento real de su inversión.
“Lo que intentamos es ofrecer una metodología completa que funcione todos los días, no solo cuando una campaña acierta. El objetivo es que el negocio deje de depender de la intuición o de la suerte”, concluye Hernández. Para muchas pymes que ven cómo sus canales de venta tradicionales ya no son suficientes, contar con un sistema estructurado de captación puede ser el punto de inflexión entre resistir o crecer.