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Hotel Rural Sant Ignasi

9 de julio de 2025

Ubicado en una finca histórica del siglo XVIII, el Hotel Rural Sant Ignasi es mucho más que un alojamiento: es una inmersión en la esencia de Menorca. Entre encinas y alcornoques, invita a descubrir un lujo sencillo, pausado y en armonía con la isla. 

El Hotel Sant Ignasi es una antigua casa vacacional de la aristocracia menorquina. Ubicada a las afueras de Ciutadella, fue construida en 1777 y transformada en hotel rural por Juana Vilafranca. Nacida en Menorca, Vilafranca es una profunda amante de su tierra, por lo que tuvo una visión clara de cómo quería enfocar el proyecto: su misión era retomar el espíritu original de la finca y crear un hotel rural que mostrara la autenticidad de la isla, su cultura, el ritmo de vida de su gente y el saber hacer de la artesanía local. Todo ello, creando una atmósfera tranquila y elegante, que fuera la máxima expresión del lujo silencioso y natural propio de la esencia menorquina

The Original Menorca: un viaje a los orígenes  

Gracias a la visión de Juana Vilafranca, Sant Ignasi, que es el primer hotel rural que se creó en Menorca en 1998, es hoy un espacio de descanso donde conectar con las raíces de la isla. Así, la naturaleza autóctona, la gastronomía local y la filosofía “poc a poc” impregnan la experiencia de los huéspedes desde el primer día. Además, el hotel ofrece actividades culturales y deportivas para incentivar el conocimiento del territorio y de sus habitantes. Como dice Juana: 

“Menorca nos enseña a valorar lo esencial. 'Poc a poc' es la expresión que define su estilo de vida: pausado, tranquilo y en profunda armonía con su entorno".

Colaboraciones con conciencia 

Para hacer realidad su proyecto, Juana Vilafranca, propietaria del hotel, asumió personalmente la dirección del interiorismo, apostando por una estética serena y conectada con el entorno. Para ello, se rodeó de un equipo de colaboradores muy especial, compuesto por profesionales menorquines y expertos nacionales de prestigio. Para el diseño paisajístico de la finca confió en el multipremiado estudio La Rosa Maura, conocido por su enfoque sensible y sostenible.

Además, el proyecto destaca por su compromiso con marcas responsables y el trabajo artesanal. El hotel ha colaborado con firmas como Let's Pause cuyos diseños de iluminación y mobiliario, elaborados con materiales vegetales y procesos respetuosos con el medio ambiente, refuerzan el carácter orgánico de los espacios. Además, el proyecto ha contado con el saber hacer de artesanos locales, contribuyendo a preservar técnicas tradicionales y fomentar la economía del entorno.

Autenticidad en cada detalle 

Cada rincón de Sant Ignasi es el resultado de un meticuloso trabajo artesanal. Materiales locales como la piedra de marés y la cal respetan la arquitectura tradicional menorquina, mientras que las contraventanas de madera en verde olivo, tan características de la isla, aportan autenticidad y frescura a los espacios.

Los acabados, los muebles y la decoración reflejan un lujo discreto, que resalta la belleza de lo sencillo y proporciona un confort sin estridencias. Desde las habitaciones hasta los espacios comunes, la conexión con la naturaleza y la historia de Menorca está presente en cada elemento: desde plantas autóctonas hasta piezas decorativas únicas y artesanales. 

Vivir la naturaleza 

Sant Ignasi se encuentra en un emplazamiento natural impresionante. El "Paraíso" es el bosque de encinas centenarias que rodea el hotel, un espacio donde los huéspedes pueden disfrutar de la serenidad y el aire fresco de la isla. Pasear por el bosque, escuchar el canto de los pájaros o simplemente dejarse envolver por el sonido de las cigarras es una experiencia que invita a la desconexión total.  

El prestigioso escultor y paisajista Álvaro de la Rosa Maura fue el encargado de diseñar el jardín, seleccionando vegetación típica menorquina y ensalzando las plantas y árboles centenarios que ya existían en la finca.  

“Las plantas son para el artista paisajista un ser vivo distinguido, un material inédito, un color, una forma, un volumen. Y el jardín es arte y es naturaleza, es un conjunto de intenciones plásticas y estéticas", resalta Álvaro de la Rosa.

Atardeceres únicos 

Un momento mágico en Sant Ignasi es el atardecer. Desde las habitaciones del hotel, los huéspedes pueden contemplar uno de los espectáculos naturales más bellos de Menorca: el sol se funde con el horizonte y tiñe el paisaje de tonos cálidos, creando una atmósfera de calma y contemplación

Esa misma conexión con la naturaleza se traslada a la mesa, con una propuesta gastronómica que respeta e innova la tradición local.

Smoix: gastronomía y sostenibilidad con una estrella Michelin 

Sant Ignasi promueve un concepto del turismo sostenible y respetuoso con el entorno natural y social. El restaurante del hotel, por ejemplo, ofrece una propuesta gastronómica que honra la tradición culinaria menorquina y mediterránea: Smoix, con el chef Miquel Sánchez a la cabeza, utiliza ingredientes km 0 y de temporada, y los reinterpreta con un toque sofisticado y contemporáneo.  

El menú cambia con las estaciones y cada plato es una celebración de la simplicidad y el sabor auténtico, alineado con la filosofía del hotel de respetar y preservar la isla en cada detalle.  

Arte: expresando la singularidad de la isla 

El arte ha forjado la historia de Ciutadella a lo largo de los siglos. Así, el Hotel Rural Sant Ignasi incorpora elementos artísticos que reflejan su carácter único, tanto en el interior como en el exterior, en el que destacan piezas esculturales de gran formato seleccionadas con un gusto exquisito por su paisajista, quien además de contar con premios de jardinería en diversos festivales (Suiza, Francia, España, etc.) cuenta con varios premios en escultura como el premio “Villa de Madrid”, entre otros. 

Elegir el Hotel Sant Ignasi es, en definitiva, conectar con las tradiciones auténticas, el paisaje, los sabores, los colores, el arte y la gente de Menorca. 

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