Comunicados

Verano fotográfico en Cádiz; más que un taller de Fotografiarte, una experiencia

9 de julio de 2025

Hay talleres, sí. Y luego están esos momentos que se viven cámara en mano, con la luz justa, el encuadre afilado y la sensación de estar en el lugar adecuado. Este verano, Fotografiarte propone dos experiencias fotográficas que no se parecen demasiado a lo que suele ofrecerse en una academia. Porque aquí el aprendizaje no está en una mesa o frente a un proyector, sino en las calles de Cádiz, en sus rincones, en un plato de sushi frente al mar o en la charla espontánea entre compañeros. No es formación convencional. Es salir a mirar.

Una ciudad para contar historias

La primera propuesta tiene nombre propio: Lucas Tozzi. El fotógrafo andaluz pone su mirada y su método al servicio de un taller intensivo pensado para quienes quieren ir más allá del disparo suelto. Bajo el título “Rincones de Cádiz”, esta experiencia se convierte en un laboratorio urbano donde se exploran conceptos como la narrativa visual, la edición de series o la lectura crítica de imágenes.

El enfoque es claro: construir con intención, contar algo con cada encuadre, dar forma a un proyecto personal en uno de los escenarios más fotogénicos del país.

Atardecer, sushi y disparos sin presión

La segunda experiencia es tan diferente como complementaria. Food & Sunset propone una jornada de fotografía y vídeo sin más pretensiones que disfrutar. El punto de partida es sencillo: un entorno espectacular, buena comida, luz dorada y tiempo para jugar con la cámara.

Nada de teoría ni tecnicismos, solo la oportunidad de practicar con naturalidad y explorar lo que la escena va ofreciendo. Porque a veces se aprende más en una sobremesa junto al mar que en una masterclass con diez PDF.

Más allá de la Academia

Estas dos propuestas no sustituyen la formación habitual de la Academia Fotografiarte, donde siguen conviviendo los cursos técnicos, las muestras de producto y las actividades para todos los niveles. Pero sí representan algo distinto. Una forma de vivir la fotografía como experiencia, como excusa para moverse, para mirar con otros ojos y, sobre todo, para disfrutar. Porque al final, lo que queda no es solo lo que se ha aprendido, sino lo que se ha vivido mientras se hacía.

Y eso, precisamente, es lo que Fotografiarte quiere seguir ofreciendo. No solo cámaras, no solo cursos, sino lugares, momentos y conexiones que invitan a seguir fotografiando. Aunque aún no se haya terminado de recoger el trípode.

Más sobre Comunicados