Digital Sevilla
10 de julio de 2025
Aunque muchos siguen asociando Andorra al esquí y la nieve, lo cierto es que el Principado se transforma en verano y ofrece una versión menos conocida, pero igual de fascinante. Naturaleza en estado puro, rutas de montaña, gastronomía con identidad y mucho silencio. Javier López, director del Hotel The BlackPine Andorra, conoce bien lo que buscan quienes escapan del calor y el bullicio de las grandes ciudades: “Muchos llegan pensando en un lugar de paso, y se van sorprendidos por todo lo que han vivido. Andorra en verano engancha”, afirma.
Desde su experiencia con los visitantes que llegan en busca de descanso, aventura o desconexión, Javier selecciona cinco planes imprescindibles para descubrir Andorra de otra manera.
“Es uno de los paisajes más bonitos de Andorra, y el recorrido se puede hacer fácilmente en una mañana o una tarde”, explica Javier. La ruta conecta tres lagos de origen glaciar a más de 2.000 metros de altura, con vistas que cambian a cada paso. La caminata es apta para todos los niveles y ofrece una recompensa visual espectacular.
Muy cerca de los lagos, este mirador panorámico en forma de anillo metálico se ha convertido en una de las imágenes más icónicas del país. Está suspendido sobre la montaña y ofrece una vista de 360 grados. “Es un lugar muy especial, sobre todo al atardecer. Ir allí cuando cae el sol es uno de esos momentos que no se olvidan”, afirma.
Una alternativa diferente para los días de calor. A solo diez minutos en coche desde Escaldes, el lago de Engolasters permite bañarse en aguas de montaña, alquilar kayaks o simplemente tumbarse al sol. “Es perfecto para pasar la tarde con calma, hacer un pícnic o leer al lado del agua. Muy fácil acceso y sin aglomeraciones. Además, en el hotel tenemos la posibilidad de alquilar bicicletas eléctricas”, comenta el responsable de The Blackpine Andorra.
Este valle declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO ofrece una inmersión total en la naturaleza y la historia de Andorra. Hay varias rutas que lo atraviesan, entre antiguos caminos de piedra, bordas y bosques muy bien conservados. “Es una caminata más exigente que otras, pero absolutamente recomendable”, reconoce.
Una tendencia en alza entre quienes visitan Andorra es reservar una sesión privada de spa. “Es algo que no se espera la mayoría de la gente: un spa solo para ti, o para ti y tu pareja, sin tener que compartirlo con nadie más. Lo valoran muchísimo, sobre todo después de una jornada activa”, expresa Javier.
Situado entre Escaldes-Engordany y Andorra la Vella, el Hotel BlackPine Andorra es un hotel boutique que apuesta por el diseño contemporáneo, el bienestar y la experiencia personalizada. Su spa privado, el restaurante bistro y el trato cercano lo convierten en una opción ideal para disfrutar del verano en Andorra con los cinco sentidos.
