Digital Sevilla
15 de julio de 2025
Escondida entre los verdes paisajes de la sierra cusqueña, la catarata de Perolniyoc emerge como uno de los destinos naturales más cautivadores del Valle Sagrado. Ubicada en la comunidad de Socma, a solo unos kilómetros de Ollantaytambo, esta caída de agua de más de 40 metros invita a explorar un entorno de belleza pura y conexión ancestral. Su cercanía con restos arqueológicos y rutas de caminata la convierte en una experiencia completa, ideal para quienes buscan naturaleza y cultura en un solo viaje.
Acceder a este paraje es sencillo desde Ollantaytambo, punto de partida recomendado para quienes desean recorrer el valle con tranquilidad. A lo largo del sendero, que combina vistas panorámicas con flora nativa, se respira un aire de autenticidad y serenidad que enriquece cada paso. La caminata hacia la catarata es de dificultad moderada, lo que la hace accesible para la mayoría de los visitantes, incluyendo familias y viajeros con interés ecológico.
En este contexto, alojarse en el Cocatambo Hotel representa una opción ideal para disfrutar de esta experiencia. Este hotel boutique, situado a pasos de la plaza principal de Ollantaytambo, ofrece una estadía cálida, con servicios pensados para el descanso tras una jornada de exploración. Desde bebidas calientes todo el día hasta masajes bajo solicitud, cada detalle está orientado a hacer sentir al visitante como en casa.
Además de su privilegiada ubicación, Cocatambo Hotel promueve un turismo sostenible y respetuoso con el entorno, colaborando con guías locales que conocen en profundidad la zona de Perolniyoc. Esto permite a los huéspedes enriquecer su visita con relatos sobre las tradiciones, la flora y los vestigios incas que acompañan la ruta.
Visitar la catarata de Perolniyoc no solo implica descubrir un rincón natural de ensueño, sino también sumergirse en una experiencia auténtica, en equilibrio con la historia y el paisaje andino. Y para quienes desean hacer de este viaje algo aún más especial, alojarse en Cocatambo Hotel ofrece el complemento perfecto: descanso, atención personalizada y una conexión genuina con el corazón del Valle Sagrado.
