Digital Sevilla
17 de julio de 2025
Al este de Teruel, lejos del turismo masivo, pero más cerca de lo esencial, existe una tierra de colinas suaves, viñedos, pueblos de piedra y cielos inmensos. El Matarraña —a veces llamado la “Toscana española”— es un destino para quienes buscan belleza sin artificios, gastronomía con identidad y paisajes que calman el alma.
En este enclave privilegiado, el Hotel Torre del Marqués representa una forma distinta de alojarse: sostenibilidad, diseño cálido, lujo silencioso y una conexión real con el entorno. Desde aquí, nacen estas cinco experiencias para redescubrir el verano de una forma mucho más íntima y consciente.
Caminar entre historia y paisaje
Los caminos del Matarraña son antiguos: senderos entre olivos, puentes medievales, pueblos casi suspendidos en el tiempo. Desde el hotel es posible recorrer rutas a pie que conectan con Valderrobres, Calaceite o Beceite, y perderse en parajes donde el silencio pesa más que el sonido. Algunos trayectos pueden hacerse sin guía, otros con expertos locales que revelan secretos del territorio.
Dormir donde antes se soñaba con las estrellas
El edificio del Hotel Torre del Marqués es una masía del siglo XVIII rehabilitada con materiales naturales, eficiencia energética y alma rústica. La combinación entre lo histórico y lo contemporáneo crea un ambiente único: madera, piedra, grandes ventanales y una estética que invita a quedarte dentro tanto como a salir fuera. Aquí se descansa sin interferencias.
Un spa privado en pareja
El concepto de bienestar aquí es radicalmente distinto: un spa privado, de acceso exclusivo para cada pareja, donde el lujo está en la tranquilidad y la temperatura perfecta. Saunas, zona de agua y tratamientos con ingredientes naturales locales hacen de cada sesión un ritual pausado, sin relojes ni voces ajenas.
Cocina de paisaje: sabor, kilómetro cero y narrativa
El restaurante del hotel no solo es una apuesta gastronómica, sino un homenaje al entorno. Con una cocina de autor basada en producto local —mucho de él del propio huerto ecológico—, cada plato habla de lo que hay alrededor: tomates que saben a tomate, cordero criado en la zona, aceite de oliva virgen de fincas cercanas. Y todo servido con un maridaje de vinos que refuerza el carácter del lugar.
Tiempo lento: leer, pedalear, montar a caballo, catar vinos o no hacer nada
A veces, el mejor plan es no tener ninguno. El Matarraña invita a bajar el ritmo: leer junto a la piscina, hacer una siesta a la sombra, alquilar una e-bike para explorar caminos de tierra, pasear por su bosques a lomos de un caballo, catar vinos en medio del viñedo o simplemente sentarte a ver cómo cae la luz sobre las colinas. En el Hotel Torre del Marqués, el lujo está en poder elegir qué ritmo llevar.
Torre del Marqués: un verano donde menos es más
En un mundo donde todo va rápido, encontrar un lugar donde todo tenga sentido es un privilegio. El Hotel Torre del Marqués no es solo un alojamiento: es una manera de habitar el paisaje. Aquí, cada momento se vive con intención, cada detalle tiene propósito y cada día empieza y termina con la certeza de estar en el sitio correcto.
