
18 de julio de 2025
Londres. Un equipo de investigación de la Appleton Private University, liderado por los doctores José David Mendoza Álvarez y José Manuel Castelo-Appleton, ha anunciado un descubrimiento extraordinario en Jimena de la Frontera, Cádiz. El hallazgo, realizado de forma fortuita por el Dr. Mendoza el 23 de enero de 2023, incluye una serie de restos fosilizados de millones de años de antigüedad, así como evidencias de asentamientos humanos desde el Paleolítico Medio.
El descubrimiento abarca varios estratos geológicos, revelando al menos tres huellas de dinosaurios, además de huellas de plantígrados y felinos. En los estratos más recientes, el equipo ha documentado un asentamiento humano del Paleolítico Medio con numerosas huellas de neandertales. Los indicios de ocupación humana se extienden hasta el Calcolítico, con restos de trabajo de metales, extracción de cantera, abrigos con pinturas rupestres de barcos, menhires en proceso de extracción, círculos concéntricos en tallas de piedra (similares a las estelas del suroeste), fondos de cabañas circulares, cimentaciones rectangulares de mampostería, un posible observatorio estelar orientado al oeste, y dos altares con canalizaciones para líquidos, junto a huellas de animales de pezuña en rebaño.
Todos estos hallazgos se realizaron en el Parque Natural de Los Alcornocales, en Jimena de la Frontera, a lo largo del río Hozgarganta. Las coordenadas precisas ya han sido comunicadas a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía para su catalogación y protección.
El Dr. David Mendoza, vicerrector de investigaciones de la Appleton Private University, ha llevado a cabo un exhaustivo estudio de los elementos encontrados. Sus análisis sugieren una ocupación humana continua desde el Paleolítico Medio hasta un Calcolítico reciente, lo que refuerza la cohesión territorial del sur de la Península Ibérica durante este último periodo. Las huellas de neandertales halladas en Jimena de la Frontera presentan paralelismos con las localizadas en Matalascañas y Gibraltar, como se detalla en sus publicaciones.
El estudio más detallado de las huellas de dinosaurios ofrece una visión fascinante sobre la paleogeografía de la región. Estas evidencias apoyan la teoría de que, durante la deriva continental, una gran masa de tierra se separó del continente africano para formar la actual Península Ibérica. Este proceso explica la fauna prehistórica similar a la del norte de África durante el periodo Cretácico.
Las huellas, aunque fragmentadas, muestran tres dedos con garras. La huella de mayor tamaño, con su contorno completo y un talón alargado, sugiere la presencia de un dinosaurio Terópodo, posiblemente del periodo Triásico (hace aproximadamente 231 millones de años), con una presencia que se extendió hasta el final del Cretácico (hace 65 millones de años).
Las dimensiones de las huellas, que varían entre 24 cm y 8,18 cm, han permitido estimar la especie, altura y peso de los dinosaurios. El análisis de la inclinación del equilibrio de las huellas indica que las tres corresponden a extremidades izquierdas, un dato que el Dr. Mendoza ha podido confirmar mediante la comparación con hallazgos similares en la Península Ibérica.
Durante el Mesozoico (Triásico, Jurásico y Cretácico), la Península Ibérica comenzó a separarse de África. En el Triásico Superior, se formó la cordillera ibérica, caracterizada por una vasta llanura mareal. Los restos fósiles de dinosaurios se han encontrado en rocas sedimentarias que se asentaron sobre las formaciones del Precámbrico y Paleozóico.
La Península Ibérica cuenta con más de 2200 huellas de terópodos registradas, incluyendo ejemplares de hasta 90 cm de largo, así como de ornistisquios, saurópodos, prosaurópodos, pterosaurios y cocodrilos. La cercanía con los 36 yacimientos de dinosaurios en la cordillera del Atlas en Marruecos subraya la conexión de hábitats pasados.
Las huellas de Jimena de la Frontera se suman a los hallazgos dispersos en otras provincias como Jaén, Huelva (especialmente en Niebla y Gibraleón), Valencia, Cuenca y Teruel, lo que sugiere el carácter "insular" de la Península Ibérica antes de su conformación definitiva.
La mayoría de las huellas datan del tránsito del Jurásico al Cretácico, con especies como hipsilofodóntidos, iguanosaurios, driosaurios, camptosaurios, hadrosaurios, saurópodos y terópodos (ceratosaurios, espinosaurios, carnosaurios, alosaurios, tiranosáuridos y noguerornis). Los terópodos, grandes carnívoros, y los saurópodos, grandes herbívoros, predominaron. Los carnotaurios o ceratosáurios carnívoros son los candidatos más probables a haber dejado las huellas ahora bajo estudio, con dimensiones entre 2 y 20 metros de largo. También se ha confirmado la existencia de dinosaurios acorazados como estegosaurios y anquilosaurios en la Península Ibérica.
Los saurópodos se han datado en la Península Ibérica desde el Jurásico Superior hasta el Cretácico Superior, abarcando desde la cordillera ibérica hasta los Pirineos, así como en Valencia, Castellón, Soria, Burgos, Teruel o Asturias, con la presencia de titanosaurios como los Hypselosaurus.
El análisis pormenorizado de las huellas de Jimena de la Frontera ha permitido determinar características específicas de los animales, como posibles cojeras, desequilibrios, la dirección de tránsito y el pie de apoyo. Es notable que las tres huellas halladas correspondan a improntas de pies izquierdos.
Basándose en la media de dimensiones de huellas de terópodos en Jaén (unos 30 cm, para animales de 2,5 m de altura y 200 kg), el estudio de las huellas de Jimena de la Frontera estima para la huella mayor una altura de 3,3 m y un peso de 266 kg. La segunda huella conservada sugiere una altura de 0,64 m y 51 kg, y la tercera, 1,9 m de altura y 155 kg de peso.
Es importante destacar que las huellas de dinosaurios en la Península Ibérica están consideradas un Bien Patrimonial y están protegidas bajo la Ley del Patrimonio Natural y Biodiversidad 42/2007, que vela por la protección del Patrimonio Natural y Geológico.
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