
24 de julio de 2025
Con el paso del tiempo, la piel pierde elasticidad y firmeza, lo que se traduce en flacidez visible, especialmente en zonas como los brazos. Esta característica ha impulsado una creciente demanda de procedimientos como el Lipo Váser de brazos, bien en solitario o combinado con lifting axilar, técnicas quirúrgicas que redefinen el contorno del brazo, minimizando las cicatrices visibles, en algunos casos.
Según datos de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), las intervenciones orientadas a tensar y remodelar los brazos han aumentado más de un 20 % en la última década, en gran parte gracias a los avances tecnológicos que permiten obtener resultados más naturales con una recuperación más ágil.
El Lipo Vaser utiliza ultrasonidos para disolver la grasa localizada de forma precisa, mientras que el lifting axilar tensa la piel sobrante a través de una discreta incisión escondida en la axila. Esta combinación permite tratar la flacidez leve a moderada sin recurrir a grandes cortes ni dejar cicatrices extensas a lo largo del brazo.
"La tecnología VASER permite realizar un procedimiento más controlado y preciso para preservar los tejidos, lo que favorece una mejor retracción de la piel", explica la Dra. Alba Martínez, cirujana plástica de IML CLINIC. “Cuando lo combinamos con un lifting axilar bien planificado, logramos mejorar notablemente la firmeza del brazo con una incisión mucho más discreta que la de las técnicas tradicionales”.
Este enfoque es especialmente útil en pacientes mayores de 50 años, cuya piel ha perdido capacidad natural de retracción debido a la edad, la exposición solar acumulada y los cambios hormonales relacionados con la menopausia. En estos casos, el resultado depende en gran medida de la calidad de la piel y del diseño quirúrgico personalizado.
Estudios recientes en la Aesthetic Surgery Journal muestran que más del 85% los pacientes sometidos a este tipo de procedimiento reportan una mejora significativa en la apariencia de sus brazos, con niveles altos de satisfacción.
Las características del candidato siguen siendo esenciales en cuanto a los resultados. Personas con flacidez leve o moderada, pueden beneficiarse de esta técnica sin necesidad de recurrir a una braquioplastia tradicional. Esto permite equilibrar proporciones y volver a usar prendas sin mangas con mayor seguridad.
“La posibilidad de evitar cicatrices largas ha supuesto un cambio de paradigma, especialmente para pacientes que antes”, añade la Dra. Martínez. “Gracias a técnicas avanzadas y protocolos ‘Fast Recovery’ que combinan eficacia con una recuperación más rápida, cómoda y segura”.