
29 de julio de 2025
La continuidad operativa en sectores como la logística, la sanidad, la construcción, el retail o la hostelería no se detiene con la llegada del verano. Mientras las oficinas desconectan, muchas organizaciones enfrentan un periodo crítico donde se solapan vacaciones, rotaciones, sustituciones y nuevas contrataciones. En este contexto, Dialenga, plataforma especializada en comunicación interna y RRHH, advierte de que una estructura débil de comunicación interna puede afectar seriamente al rendimiento, la cohesión y la cultura corporativa, especialmente en empresas medianas y grandes con alta rotación de empleados.
Durante los meses de verano, la estructura habitual de equipos se ve alterada. Cambios de turnos, incorporaciones temporales y ajustes imprevistos en la plantilla generan un entorno inestable donde la falta de información clara puede derivar en desmotivación, errores operativos o pérdida de productividad. En sectores donde los empleados no trabajan frente a un ordenador, este riesgo se multiplica. La comunicación descendente muchas veces no alcanza a toda la plantilla, especialmente a quienes trabajan en turnos rotativos o en entornos desconectados.
“Sin una estructura de comunicación interna sólida, el verano puede convertirse en un periodo de descoordinación generalizada que afecta tanto a la experiencia del empleado como a los resultados de la empresa”, explican desde Dialenga, herramienta/platatorma especializada en soluciones de comunicación estratégica aplicadas al entorno laboral.
Dialenga trabaja con empresas que necesitan mantener conectados a todos sus equipos, independientemente de su ubicación o jornada, mediante soluciones de diseño conversacional adaptadas al canal más eficaz en cada caso. Con experiencia en sectores con alta movilidad y rotación, como Horeca o industria, su propuesta permite construir mensajes claros, coherentes y empáticos que refuerzan la operativa diaria y consolidan la cultura de empresa, incluso en los momentos de mayor fragmentación del equipo.
El verano pone a prueba la capacidad de las organizaciones para mantener alineados a sus equipos. Reforzar la comunicación interna durante este periodo no solo reduce el impacto de los cambios, sino que mejora la integración de nuevos fichajes y fortalece el compromiso del conjunto de la plantilla.