Digital Sevilla
18 de agosto de 2025
El paso del tiempo deja huella en la piel, pero hay un rasgo que la delata antes que ningún otro: la mirada. Bolsas, exceso de piel en los párpados y ojeras pronunciadas son algunas de las principales preocupaciones estéticas de quienes, cada vez más, acuden a consulta para recuperar frescura en el rostro.
En este contexto, la blefaroplastia, la cirugía que corrige el exceso de piel y grasa en los párpados, se ha convertido en una de las intervenciones más solicitadas en España. Según estimaciones del sector, su demanda ha crecido más de un 30 % en los últimos cinco años, impulsada por un cambio de mentalidad: hoy, cuidar la imagen se percibe como parte del bienestar integral, y no solo como un capricho estético.
La popularización de las videollamadas, la exposición constante en redes sociales y la importancia creciente de la primera impresión han situado a los ojos en primer plano. “La piel de los párpados es muy fina y refleja antes que ninguna otra zona el cansancio o el envejecimiento”, explica el Dr. Valentín Yuste, cirujano plástico con más de diez años de experiencia y consultas en Zaragoza y Huesca.
“La blefaroplastia no busca cambiar la expresión, sino devolverle luz y naturalidad a la mirada. Es una cirugía que, cuando se realiza con precisión, no deja signos visibles y respeta la identidad facial del paciente”.
La blefaroplastia puede realizarse en párpados superiores, inferiores o ambos, con anestesia local y, en la mayoría de casos, de forma ambulatoria. Esto permite al paciente regresar a casa el mismo día, con un postoperatorio que suele ser bien tolerado y resultados apreciables en pocas semanas.
En la Clínica Valentín Yuste, la intervención se planifica tras un exhaustivo estudio facial, teniendo en cuenta la estructura ósea, la elasticidad de la piel y las expectativas del paciente. El objetivo: obtener un resultado equilibrado que encaje con el resto del rostro y potencie la expresión natural.
Aunque se asocia principalmente a la mejora estética, en algunos casos la blefaroplastia también corrige problemas funcionales, como la pérdida de campo visual causada por el exceso de piel en el párpado superior. Esto hace que su demanda provenga tanto de quienes buscan un rejuvenecimiento como de quienes necesitan una mejora funcional.
El Dr. Yuste confirma que el perfil de paciente es cada vez más variado: “No solo acuden personas de más de 50 años, también hombres y mujeres jóvenes que han heredado bolsas o párpados caídos y quieren corregirlo de forma definitiva”.
Con resultados duraderos y una técnica cada vez más depurada, la blefaroplastia se perfila como una de las intervenciones estrella de los próximos años. En Aragón, la Clínica Valentín Yuste se ha posicionado como un referente en esta cirugía, ofreciendo a los pacientes la combinación de rigor médico, experiencia internacional y un trato cercano que prioriza la seguridad y la satisfacción.
En un mundo donde la mirada dice tanto, devolverle vitalidad y frescura ya no es solo una cuestión de estética, sino también de autoestima y confianza.
