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Radiación silenciosa; cómo la luz azul afecta a la piel en la era de las pantallas

1 de septiembre de 2025

Horas frente al ordenador, el móvil y la tablet. Las pantallas forman parte del ritmo cotidiano, pero lo que muchos desconocen es que su exposición constante deja huella en la piel. La luz azul o HEVL (High Energy Visible Light), emitida por dispositivos electrónicos y también por el sol, penetra hasta las capas más profundas provocando alteraciones celulares.

A largo plazo, este tipo de radiación favorece la hiperpigmentación, la pérdida de luminosidad y el temido “envejecimiento digital”. El rostro se apaga, aparecen manchas persistentes y la barrera epidérmica se debilita. La solución empieza en la elección de los ingredientes adecuados.

Pantallas, luz azul y piel: consecuencias de un hábito global

La piel está cada vez más expuesta a la llamada contaminación digital. La radiación HEVL no quema, pero es capaz de generar estrés oxidativo, descomponer el colágeno y alterar el ADN celular. A esto se suma el IR-A (infrarrojo), que incrementa la producción de radicales libres y acelera el envejecimiento cutáneo. ¿El resultado? Arrugas prematuras, tono desigual, textura opaca y pérdida de firmeza.

El 25 % de los daños celulares cutáneos se atribuyen a esta radiación. Además, su impacto es acumulativo y continuo, ya que se mantiene presente incluso en interiores. Diversos estudios han confirmado que la exposición prolongada a luz azul también disminuye la función reparadora nocturna de la piel y reduce sus niveles naturales de antioxidantes.

Esta radiación, además, daña la matriz extracelular y debilita la cohesión epidérmica, alterando la estructura molecular cutánea. Por ello, la protección solar tradicional resulta insuficiente frente al espectro completo de radiaciones.

La rutina cosmética moderna exige fórmulas que integren fotoprotección avanzada, pigmentos correctores y activos antioxidantes que trabajen durante todo el día.

Ingredientes multifuncionales para una protección digital eficaz

ADP Cosmetics ha desarrollado filtros minerales de nueva generación que ofrecen defensa frente a UVB, UVA, luz azul (HEV), luz visible e IR-A, gracias a su tecnología patentada CoSmart™. Esta innovación permite una alta eficacia con tan solo un 15 % de concentración del ingrediente, mejorando la sensorialidad y reduciendo residuos en las formulaciones.

Su gama incluye filtros con pigmentos naturales, capaces de bloquear la luz azul, unificar el tono y actuar como boosters del FPS. También cuenta con soluciones enriquecidas con niacinamida y aceite de argán, que refuerzan la barrera cutánea y previenen el estrés oxidativo.

Estas formulaciones permiten una aplicación uniforme, libre de residuos blanquecinos y con efecto perfeccionador inmediato. Todo ello, con ingredientes 100 % minerales, biodegradables, hipoalergénicos y avalados por certificaciones internacionales como COSMOS y ECOCERT.

La combinación de protección, prevención y color redefine el cuidado diario. La cosmética digital ya no es una tendencia, sino una necesidad, y representa una respuesta inteligente y funcional a los retos cutáneos que plantea la exposición continua a pantallas y radiación ambiental. 

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