
3 de septiembre de 2025
En Madrid, crece el interés por disciplinas que integran cuerpo, mente y emoción en un mismo entrenamiento. Dentro de esta tendencia, el Fitness Ballet se posiciona como una alternativa accesible, elegante y altamente efectiva. Esta propuesta combina la técnica del ballet clásico con ejercicios funcionales, ofreciendo un enfoque consciente y profundamente estético del movimiento. Lejos de ser solo una moda, la disciplina se desarrolla sobre una base metodológica sólida y progresiva que ha comenzado a atraer a un público diverso: desde quienes buscan mejorar su postura o flexibilidad, hasta personas que desean reconectar con su cuerpo desde una mirada más artística. En este contexto, la labor de Elena Marco destaca por ofrecer un espacio donde el bienestar y la expresión personal se entrelazan en cada clase.
El método desarrollado por Elena Marco se basa en una estructura clara que guía al alumno a través de distintas fases de transformación personal. La propuesta, que se imparte en su academia de fitness ballet en Madrid, se aleja de las rutinas convencionales para ofrecer un entrenamiento integral, donde cada sesión invita a explorar el cuerpo desde la atención, la armonía y la precisión técnica.
Las clases están diseñadas para adaptarse a todos los niveles, sin necesidad de tener experiencia previa en danza o una condición física específica. A través de secuencias cuidadosamente estructuradas, se trabaja la fuerza, la resistencia, el equilibrio y la coordinación, al mismo tiempo que se cultiva la musicalidad y la conciencia corporal.
El enfoque, además, busca reducir el estrés, aumentar la autoconfianza y mejorar la postura, promoviendo una experiencia emocionalmente positiva y motivadora. Por eso, no se trata solo de entrenar el cuerpo, sino de activar una relación más respetuosa y creativa con uno mismo.
Elena Marco ha desarrollado una metodología propia, el “Método ARTE”, que estructura el proceso de evolución en tres etapas: crearte, transformarte y disfrutarte. Esta progresión permite que cada persona avance a su ritmo, guiada por una práctica consciente y pedagógicamente respaldada.
Las clases se imparten en grupos reducidos, lo que favorece una atención más personalizada y un ambiente de confianza. Además, la comunidad que se ha formado alrededor de esta disciplina no deja de crecer, atrayendo a personas que valoran tanto el cuidado físico como el desarrollo personal.
En la academia, ubicada en el centro de Madrid, ya se han abierto nuevas plazas para el inicio de temporada. Se trata de una oportunidad para quienes buscan una forma diferente de cuidarse, combinando técnica, arte y bienestar emocional.