
7 de julio de 2025
En una villa con vistas al mar cristalino de la costa sureste de la isla, dos importantes empresarios árabes vivieron, según sus propias palabras, una de las experiencias más sorprendentes de su estancia en Europa. No se trató de un nuevo beach club ni de la última colección de arte digital, sino de algo mucho más profundo y sensorial: una cena. O mejor dicho, una serie de creaciones culinarias firmadas por el chef privado Evenzio Alessandrini, que transformó su estancia en un auténtico viaje de sabor y descubrimiento.
A su regreso a Dubái, durante una entrevista concedida a un medio económico del Golfo, los dos empresarios relataron con entusiasmo cuánto les había impactado la experiencia gastronómica vivida en Ibiza. Mencionaron abiertamente el nombre de Alessandrini, describiéndolo como “un poeta que cocina, capaz de fusionar el alma del Mediterráneo con la armonía de las especias orientales”. Según afirmaron, los platos degustados no se parecían a nada que hubieran visto o probado antes.
Un periodista logró encontrar al chef en uno de sus escasos momentos de pausa, en una tranquila tarde en la terraza de una casa rural rodeada de pinos y buganvillas. Entre el canto de las cigarras y el aroma de albahaca fresca, Alessandrini aceptó hablar sobre algunos detalles de aquella noche que, claramente, dejó huella.
Chef Alessandrini, ¿cuáles fueron los platos que causaron tanta admiración?
“El primero es un ravioli de calamar. No hay pasta: utilizo el cuerpo del calamar como envoltorio natural, que encierra una crema caliente de brócoli ahumado. Todo descansa sobre una salsa de pan tostado que recuerda a las sopas rústicas de mi infancia, reinterpretadas de forma etérea".
“El segundo plato es el que verdaderamente provocó una reacción emocional. Es un tartar de salmón, servido en un caldo azul de dashi infusionado con espirulina, yuzu fresco y flores. Lo llamé ‘Triunfo de verano’, porque habla del mar, de la luz de la isla, del contraste entre lo crudo y lo cálido, entre la tierra y la profundidad", agregó.
Durante el servicio, el chef también permitió que se tomaran algunas fotografías que se han vuelto virales en el exclusivo círculo de la élite gastronómica de Oriente Medio. Según se rumorea, ya han llegado invitaciones para cocinar en Dubái.
Ibiza ya no es sólo la isla de las fiestas. Año tras año, el segmento del lujo ha encontrado en ella uno de sus destinos favoritos, gracias a la combinación de villas panorámicas, playas escondidas y servicios ultraexclusivos. Entre ellos, la gastronomía está adquiriendo un papel cada vez más central, y en este panorama Alessandrini está construyendo su identidad con determinación y originalidad.
Con un pasado dividido entre Italia y Francia, y una profunda pasión por las influencias gastronómicas de Oriente Medio –especialmente las libanesas y persas– Alessandrini ha sabido crear un lenguaje propio: italiano en la estructura, oriental en los aromas, contemporáneo en la estética. Ya durante la presentación de las excelencias culinarias en Marina Botafoch, el chef sorprendió con toques de cocina molecular, vapores aromáticos y texturas transformadas, siempre con profundo respeto por la materia prima.
“No me interesa impresionar con la técnica sino con la profundidad. Quiero que cada plato sea un recuerdo futuro. Que quien lo pruebe, incluso años después, lo recuerde como se recuerda un encuentro importante", dice Evenzio.
Hoy, Ibiza es mucho más que un destino turístico: es un laboratorio de experiencias a medida para un público que busca privacidad, belleza y autenticidad. La isla sigue en el centro del mapa del lujo internacional precisamente gracias a figuras como Alessandrini, que contribuyen a convertirla en un lugar no solo para vivir, sino para saborear con todos los sentidos.