Digital Sevilla
10 de octubre de 2025
Barcelona, más allá de los clásicos: cinco planes originales para un fin de semana largo
Barcelona es mucho más que la Sagrada Familia o Las Ramblas. La ciudad ofrece propuestas originales que permiten conocerla desde una perspectiva diferente y aprovechar al máximo un fin de semana largo.
El día puede comenzar en el elegante Eixample, con sus amplias avenidas y edificios modernistas. Una parada en una cafetería de autor permite disfrutar de un café acompañado de pastelería local. Pasear sin prisas por sus calles revela tiendas independientes y la vida cotidiana de los barceloneses. Un inicio tranquilo antes de adentrarse en el ritmo urbano.
Entre los espacios verdes menos conocidos se encuentra el Jardín de Mossèn Costa i Llobera, en Montjuïc. Este jardín especializado en cactus y plantas exóticas ofrece rincones tranquilos y vistas espectaculares del puerto y de la ciudad. Es un enclave ideal para disfrutar del entorno natural lejos del bullicio.
Los Bunkers del Carmel brindan una de las panorámicas más impresionantes de Barcelona. Desde este mirador, la vista abarca toda la ciudad, especialmente al atardecer, cuando los tonos cálidos iluminan los edificios. Un lugar perfecto para contemplar la puesta de sol y apreciar la ciudad desde otra perspectiva.
Al caer la noche, el barrio de Poblenou combina tradición y modernidad. Sus locales ofrecen tapas reinterpretadas y cócteles de autor en espacios con identidad propia. Una propuesta gastronómica ideal para cerrar la jornada en un ambiente relajado y auténtico, alejado de las zonas más turísticas.
El Sixtytwo Hotel, ubicado en pleno Paseo de Gracia, ofrece habitaciones modernas y acogedoras que invitan al descanso tras un día de exploración urbana. Su ubicación estratégica permite acceder fácilmente a los principales puntos de interés, convirtiéndose en una opción cómoda para quienes deseen descubrir la ciudad desde su epicentro.
Estos cinco planes muestran una Barcelona distinta: arte, gastronomía, jardines secretos y vistas únicas, acompañados por la comodidad de alojarse en el corazón de la ciudad. Tres días bastan para captar la esencia barcelonesa más allá de los clásicos turísticos.
