3 de abril de 2018
En la actualidad es muy común oír hablar de las nuevas tecnologías y los avances tecnológicos y todo lo que han supuesto para el desarrollo de la sociedad, pero es frecuente no conocer casos concretos que hayan supuesto una mejora sustancial en el entorno cercano. Dichos avances, sin embargo, están por todas partes. El de los negocios es uno de los ejemplos más claros, puesto que el mundo de las compañías y las pequeñas y medianas empresas es uno de los que más cambios ha experimentado en los últimos tiempos.
Entre los muchos cambios que se han dejado ver en este ámbito, hay muchos que afectan de manera directa al funcionamiento de los negocios desde la base, como los relojes de fichar. Este tipo de máquinas fueron pensadas en su día –y aún se mantienen- para poder llevar el control de las horas de trabajo de los empleados de una manera eficiente, poniendo a disposición del empleador los datos precisos para controlar quiénes habían sido las personas que habían acudido ese día a su puesto de trabajo y cuánto tiempo habían pasado en el mismo. A través de estos datos tan simples se pueden elaborar perfiles de eficiencia y rendimiento que son sumamente interesantes para una empresa.
Por ello, a día de hoy los relojes destinados al control de empleados se siguen utilizando de manera frecuente en los negocios, aunque estos han cambiado de manera sustancial respecto a los primeros. La tecnología y el progreso han permitido ir sustituyendo a unos aparatos que en la actualidad mantienen la esencia y el objetivo principal con el que fueros diseñados, pero que han cambiado de manera completa su funcionamiento.
La evolución de los sistemas de identificación de empleados han llevado a un gran incremento de la seguridad por parte de los mismos. Tal y como exponen en Cucorent, una empresa especializada en estos relojes de fichar, lejos quedaron ya las tarjetas mediante las cuales se hacía efectivo el control, pasando a ser sustituidas por tecnologías mucho más sofisticadas, seguras y fiables. Ningún reloj de fichar actual se compone de las mencionadas fichas, sino que ahora el control se puede realizar a través de elementos como el propio dedo de la mano.
Los lectores de huellas dactilares, que tan común es ver a día de hoy en teléfonos móviles, se trasladan también a sistemas de identificación como estos, los cuales permiten al empleado no estar pendiente de llevar un elemento específico para poder realizar la acción de fichar, sino que es mucho más seguro de cara a posibles robos o pérdidas. Con la identificación dactilar los problemas se esfuman, pues no hay factores externos que puedan complicar el proceso. Aún así, otros métodos de identificación alternativos como las tarjetas o los códigos numéricos son utilizados de manera frecuente.
La expansión y popularización de esta tecnología ha llevado a que cada vez más empresas de Sevilla y de otras partes de España instalen dispositivos de última generación para fichar como estos. Su coste se ha visto notablemente reducido en los últimos años, lo cual contrasta con la enorme utilidad y eficiencia que proporcionan a una empresa a largo plazo.
La victoria de este tipo de sistemas de fichar frente a otros se ha dado en gran medida debido a que son los que permiten una mayor flexibilidad tanto al empleado como al empleador para llevar el conteo exacto del número de horas trabajadas. Muchos trabajos requieren de una dinamicidad especial, donde los horarios no están tan definidos y donde es complicado contar el número de horas que se ha estado en el puesto laboral. Con una máquina de fichar, dichos problemas no lo serán más.
Además, ofrecen una cualidad paralela que también se busca mucho por parte de las empresas que quieren llevar un control de los empleados sin que parezca que están sometidos a una vigilancia constante: la naturalidad. Pulsar con el dedo o pasar una tarjeta sobre un lector es un acto fácil, sencillo y que no crea una sensación de supervisión sobre las acciones, lo cual favorece el ambiente de trabajo y, por consiguiente, el bienestar de las personas que allí invierten sus jornadas.