
2 de agosto de 2021
La crisis del coronavirus ha dinamizado enormemente el mercado de los seguros privados de salud. A sus indudables ventajas, como la rapidez en la atención médica o el amplio elenco de especialistas a disposición del paciente, se le contrapone el coste adicional que supone para cualquier economía doméstica.
Una de las claves para minimizar ese coste es olvidarse de las aseguradoras generalistas y escoger una compañía especializada en seguros de salud privados, como Adeslas. No cabe ninguna duda de que con los precios y ofertas de Adeslas es posible disfrutar del mejor seguro privado de salud con unas tarifas de lo más razonables.
No obstante, sea cual sea la compañía aseguradora con la que finalmente contrates tu seguro de salud, siempre podrás ahorrarte un dinero, siguiendo las recomendaciones que te facilitamos a continuación.
A la hora de contratar un seguro de salud no debemos dejarnos llevar por la improvisación ni ser impulsivos. Se imponen la reflexión y el análisis: por ejemplo, un hombre soltero no necesita la cobertura de colocación de dispositivos intrauterinos ni la de asistencia integral durante el embarazo.
Cada cobertura añadida supone un coste adicional, así que lo más recomendable es sentarse y revisar con calma qué coberturas son realmente necesarias en nuestro caso particular, dependiendo de nuestra edad y nuestro estado previo de salud.
Si contratamos coberturas que realmente no precisamos, elevaremos innecesariamente el importe de la póliza.
Veamos qué coberturas podemos contratar en un seguro de salud. La relación incluye las coberturas más habituales:
Según la compañía y la modalidad del seguro de salud, pueden estar disponibles más coberturas adicionales o complementarias de las indicadas.
El copago es una opción que goza de una mala fama inmerecida. Cierto es que la mayoría de los españoles no estamos acostumbrados a pagar por los servicios médicos, pero esta opción puede hacer que nos ahorremos un buen dinero en nuestro seguro privado de salud.
El copago consiste en abonar unos pocos euros por cada visita al médico o por cada prueba realizada. El importe siempre es pequeño, casi podría decirse que testimonial, pero la rebaja en la cuota anual del seguro es muy notable.
Es una opción muy interesante y económica para personas en buen estado de salud que no precisan de consultas médicas habituales ni de tratamientos crónicos o prolongados.
Por el contrario, las personas de cierta edad o con problemas de salud preexistentes no deben contratar un seguro de salud con copago, ya que, a partir de un cierto número de intervenciones médicas anuales, esta opción sale más cara.