Miguel Ángel Olimpo - 20 de noviembre de 2018
No hay boda sin su correspondiente despedida de soltero, ya que significa para los futuros novios la posibilidad de disfrutar de la última fiesta de sus vidas en calidad de solteros.
Un despedida de soltero lleva implícitas las palabras diversión y desenfreno. El problema es que de esta diversión depende la seguridad y el descanso de algunos vecinos que no son participes de esa fiesta, y algunos no entienden o no quieren entender, consiguiendo que existan poblaciones que no quieran que se realicen este tipo de fiestas en su localidad.
Este tipo de fiesta (organizada principalmente por los amigos e incluso familiares de los novios) se ha convertido en un tema controversial en Andalucía, de manera que en algunas ciudades como Sevilla, Granada y Málaga, vecinos y hosteleros se oponen totalmente a su realización. Incluso algunos alcaldes de la zona han determinado la prohibición total de las despedidas de solteros, pues afirman que tienen contribución directa al mal turismo. Por este motivo, muchas de estas despedidas están cambiando de ciudades, y una de las ciudades más beneficiadas es Cuenca. Las solicitudes de despedidas en Cuenca no solo no han cesado, sino que han aumentado con rapidez y constantemente, mérito que también se debe a la calidad de ambiente que se ofrece en la zona y los accesibles precios.
Esta ciudad se ha posicionado por encima de otras ciudades gracias a la inmersión total que ha realizado respecto a estas despedidas para solteros, convirtiéndose así en la opción preferida para una gran mayoría al momento de realizar la celebración. Las despedidas en Cuenca gozan de diversas actividades como karting, gymkhana urbana y spa, así que el organizador podrá añadir a su pack alguna de las actividades (o simplemente todas) en el momento de la realización la fiesta. Los packs varían en actividades y ofertas, aunque la diversión sigue siendo la misma. Tanto hombres como mujeres comentan que la experiencia vivida en una despedida es única e inamovible, ya que es la gran oportunidad para cometer algunos excesos.
Estos packs destacan por los shows privados que ofrecen así como servicio de strippers y espectáculos eróticos, ideales para los que se divierten en exceso sin tabúes, donde mujeres y hombres tendrán la opción de elegir la comida haciendo combinaciones de varios menús y bebidas alcohólicas en varios pubs localizados en la zona de Cuenca.
Dependiendo de la opciones que el cliente elija, podrá disponer de barra libre de tinto y cerveza, incluyendo la posibilidad de recrear un show privado de stripper. Incluso el pack espectáculo cuenta con una cena, más animación y un impresionante show erótico, la inamovible ronda de bebidas para todos en el restaurante y barra libre durante toda la cena, además de la presentación de la aclamada tarta erótica.
Las despedidas en Cuenca cuentan con packs diferentes, creados con la finalidad de adaptarlos a la necesidad y exigencias de cada cliente. Para los más conservadores se destacan el pack spa, capea y el pack tardeo más alojamiento.
El circuito SPA es indispensable para lo que desean relajarse antes de empezar la gran fiesta, la típica barra libre se hace presente en estos packs, al igual que la elección de la cena o comida de varios menús, la ronda de copas en el restaurante. A diferencia del pack spa, el capea ha sido creado pensando en los amantes de la naturaleza. Cuenta con la realización de una becerrada, acompañada de vino, cerveza y refrescos, una merienda campestre con un apetitoso menú especial, además de café y algún tipo de postre.
Pero si el cliente lo que desea es pasar fin de semana completo para decirle adiós a la soltería, puede optar por alojamiento de una noche en un hotel de 1 o 2 estrellas o un hostal, los cuales se encuentran ubicados en la zona de la fiesta, evitando así que los clientes pasen largas horas para movilizarse de un lugar a otro, ya que el tiempo de traslado es menor a 5 minutos. No existe duda alguna que las despedidas en Cuenca sobrepasan todos los niveles de diversión para disfrutar la última fiesta en soltería.
