26 de abril de 2024
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Sevilla suma tres nuevos Bienes de Interés Cultural de la mano de los cines Cervantes, Llorens y Trajano

Sevilla suma tres nuevos Bienes de Interés Cultural de la mano de los cines Cervantes, Llorens y Trajano

Redacción - 19 de mayo de 2020

Foto: Pxhere // Pubic Domain

Cuando los hermanos Lumière patentaron su cinematógrafo a finales del siglo XIX nunca pensaron que su invento iba a tener una gran repercusión entre el público, sino que su interés era puramente científico. Hoy en día sabemos que estaban en un error.

Ha pasado más de un siglo desde entonces y los avances tecnológicos han modificado nuestro modo de entender la vida y, como no podía ser de otra forma, nuestra manera de disfrutar del tiempo de ocio. El juego y apuestas online, que cada vez cuenta con un mayor número de usuarios gracias a las importantes campañas de captación de clientes como los bonos de bienvenida, le ha ganado terreno a otras formas de entretenimiento tradicional como los clubes de lectura o las competiciones deportivas entre amigos. No obstante, el cine sigue siendo una apuesta segura, que se ha sabido reinventar para mantener al público sentado en las butacas de sus salas, algunas de las cuales cuentan con un interés añadido.

Este es el caso del Cine Cervantes, el antiguo Cine Llorens y la sala X de la calle Trajano, que por su valor social, etnológico y arquitectónico han sido reconocidos por la Junta como Bienes de Interés Cultural (BIC) bajo la tipología de Monumento. La inscripción en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz se hizo el pasado mes de abril después de un año de trámites para valorar la idoneidad del reconocimiento patrimonial para estos tres espacios que han estado dedicados desde sus inicios a la proyección cinematográfica en la ciudad hispalense.

En este sentido, cabe destacar que el Cine Cervantes es el único que se mantiene todavía en activo. Diseñado en 1873 por Juan Talavera de la Vega e inaugurado como Gran Teatro Cervantes, esta sala de proyección ubicada en el casco histórico es las más antigua de la ciudad. A pesar de que en la década de los 50 sufrió una remodelación para adaptarse a los requerimientos técnicos de las modernas salas cinematográficas de la época, los técnicos de Cultura señalan que la construcción mantiene algunas de sus características originales, como los palcos, las galerías, el patio de butacas o el propio escenario.

Ya en el siglo XX vio la luz el Antiguo Cine Llorens, concretamente en 1913 de la mano del arquitecto José Espiau y Muñoz. La sala, que fue la primera en acoger una proyección de cine sonoro a principios de 1930, destaca especialmente por haber ofrecido entre sus paredes una amplia variedad de espectáculos y por ser un importante ejemplo de la arquitectura regionalismo de estilo Nemudéjar, destacando especialmente la decoración de sus paredes a base de yesería con paños de azulejos y su techo pintado a modo de artesonado.

Por su parte, el Cine Trajano fue construido por el arquitecto regionalista Aníbal González entre 1930 y 1923 y abrió sus puertas al público bajo el nombre de Salón de Variedades Lido. La construcción, emplazada entre las calles Trajano y Amor de Dios, destaca especialmente por su valor arquitectónico pero también por haber desempeñado diferentes usos a lo largo de la historia: un salón de variedades, cárcel durante la contienda del 36, sala de cine convencional y sala de cine erótica.

Con su inscripción como Bienes de Interés Cultural, estos tres emblemas de la arquitectura hispalense estarán protegidos para su correcta conservación y restauración a través de los mecanismos legales pertinentes, evitando de esta forma daños irreparables en su estructura como los causados recientemente en la Mezquita de Córdoba.