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¿Desafían las fintech a la banca tradicional?

¿Desafían las fintech a la banca tradicional?

Miguel Ángel Olimpo - 4 de octubre de 2021

Que los servicios financieros para particulares y empresas han cambiado drásticamente en los últimos años es una realidad, pero también es cierto que la mayoría de los grandes cambios se han propiciado por parte de las llamadas “fintech”, empresas eminentemente nacidas en la era digital y que por su filosofía de adaptación han sabido entender las cambiantes necesidades de un sector que pide a gritos renovaciones profundas.

El sector financiero, principalmente el bancario, suele estar marcado por “la tradición”. En las últimas décadas, los cambios implementados en los servicios para empresas, autónomos y particulares, por parte de los bancos, han sido más bien pocos. A su vez, el enfoque sigue siendo exactamente el mismo, de una gratuidad en apertura, pero con un sinfín de comisiones y tasas ocultas, además -a juicio de muchos usuarios- de no brindar respaldo en los momentos donde realmente son requeridos.

Es ahí donde las fintech, empresas y servicios financieros respaldados por la alta tecnología, plantan cara a la banca tradicional, la desafían, pero en el fondo la invitan a mejorar y a unirse al cambio.

Fintech vs banca tradicional: ¿cómo la primera está poniendo en jaque a la segunda?

Entendiendo plenamente las necesidades de la economía moderna y de los usuarios que forman parte de ella. Esa ha sido la principal explicación para dar contexto o buscar una razón sobre por qué las fintech parecen tener hoy más notoriedad y aceptación, sobre todo en el sector empresarial y profesional (autónomos).

Así, a diferencia de la banca tradicional -aún considerando que existen positivas excepciones-, las fintech proponen la digitalización total de servicios y trámites, cambios legales y en el marco de servicios, priorizando siempre al cliente por encima del modelo de negocio; y sobre todo, en las posibilidades de crecimiento exponencial, ya que se trata de un sector donde la tecnología propone cambios en tiempo real, campos de expansión posibles, beneficiando siempre a los usuarios.

El crecimiento exponencial del sector fintech

En España hay actores destacados en el sector fintech, como el caso de Qonto, una empresa fintech denominada “neobanco” que brinda servicios especializados para profesionales, donde su cuenta empresa es el producto estrella, que permite a su vez entender por qué las empresas de este tipo han planteado un cambio de paradigma no solo en el modelo de negocio de la banca tradicional, sino en las posibilidades de adaptar los servicios plenamente a lo que los usuarios -principalmente Pymes, autónomos y startups- demandan para una cuenta bancaria.

Un servicio digitalizado y centralizado a través de una aplicación web, una cuenta con apertura gratuita y online, una explicación detallada de cada una de las tarifas de sus servicios, desde la emisión de tarjetas virtuales o físicas hasta las retiradas de dinero o transferencias mediante IBAN, y herramientas de gestión adaptadas a lo que la contabilidad y a los procesos financieros que las empresas requieren, son algunas de las características de la cuenta de empresa y, a su vez, una perspectiva sobre cómo funcionan las fintech de excelencia.

Fintech y banca tradicional, ¿condenadas a enfrentarse o a entenderse?

Si bien es cierto que la posibilidad de que exista una dualidad entre cooperación y competición -de hecho, grandes entidades bancarias del país asumen parte del compromiso no solo por la digitalización de sus servicios, sino por la adaptación de los mismos a la nueva realidad económica-, la cooperación es una solución posible y que incluso los propios usuarios propician, aunque de manera indirecta y por decisiones propias.

Así, en el sector profesional es bastante común que los autónomos y las Pymes utilicen cuentas bancarias tradicionales para los movimientos diarios, y cuentas empresariales en fintech para la gestión de nómina, pagos a proveedores y cobros a clientes; porque el abaratamiento de costes, la comodidad, la tranquilidad y los beneficios económicos proyectados son suficientes razones para hacerlo así.

Sin lugar a dudas, el sector fintech está en constante expansión, y con ello en permanente aceptación. Es pronto para tomar partido, aunque lo más óptimo será la unificación de lo mejor de los dos mundos.