Redacción - 11 de abril de 2022
Si hay una ciudad perfecta para recorrer en bici, esa es Sevilla. La ausencia de desniveles en su territorio, sus distancias más que asequibles y su clima soleado permiten a los sevillanos, y a los turistas, moverse en bicicleta de un punto a otro de la ciudad. Por eso, en 2006 empezó la construcción de su carril bici al que no han parado de sumarse kilómetros y tramos de hormigón verde que en la actualidad recorren este paraíso. No en vano, Sevilla es una de las mejores ciudades europeas para ir en bici. Todo el que vive allí, y el que llega, puede moverse a sus anchas en bicicleta de un punto a otro de la ciudad, e incluso va a poder llegar a algunos municipios metropolitanos.
Cuando se visita Sevilla es posible disfrutar de 200 kilómetros de carril bici y de más de 250 estaciones abiertas las 24 horas del día. Por eso, Sevilla se considera la cuarta ciudad del mundo mejor adaptada para moverse en bicicleta. Y es que el uso de la bicicleta se ha integrado de tal manera entre los ciudadanos, que ya no son capaces de concebir su vida en la ciudad sin este medio de transporte. Por este motivo, no sorprende que haya varias tiendas especializadas en la venta de bicicletas en Sevilla.
Además, su uso implica también una mejora en la calidad de vida, ya que todo el mundo ve como mejora su salud. Sin olvidar que los niveles de contaminación atmosférica y acústica bajan considerablemente. A todo esto, otro vehículo se ha sumado a las bicicletas en los carriles: el patinete eléctrico. Este vehículo, que puede ser alquilado en más de 200 puntos de Sevilla, ha entrado a formar parte de la vida de los sevillanos, que han podido comprobar que la movilidad urbana es totalmente compatible con el cuidado del medio ambiente.
Actualmente, la ampliación de la red ciclista de Sevilla avanza menos rápidamente que en el pasado, ya que conforme ha crecido la longitud de la red, mayor es el coste de conservación y mantenimiento. En los últimos cinco años supuso casi 2 millones de euros de inversión municipal. De todas formas, la bicicleta sigue cobrando importancia como medio de transporte en la ciudad.
Es incuestionable que el desarrollo de la extensa red para las bicicletas ha contribuido notablemente a la difusión de este medio de transporte, y a que la circulación sea segura para sus usuarios en toda la ciudad. Además, el pasaje de los ciudadanos del automóvil privado a la bicicleta combina la movilidad activa con la reducción de la contaminación, y es beneficioso para la salud de los ciclistas.
El plan de movilidad urbana sostenible 2030 presenta grandes objetivos: se aspira a tener en diciembre 2023 una red ciclista, tanto metropolitana como urbana, que cumpla una serie de requisitos que se consideran imprescindibles para poder seguir disfrutando de una red de carril bici impecable. Entre ellos está la mejora, mediante las reformas que sean necesarias, de los tramos ya existentes.
También se pretende que los carriles conecten las grandes zonas verdes de la ciudad y enlacen con los polígonos industriales principales. De esta manera, se facilitará el acceso al trabajo a numerosas personas. También se pretende integrar la red ciclista en el centro de Sevilla y que esta conecte en más de 15 kilómetros con la red metropolitana. Asimismo, se van a aumentar los lugares de estacionamiento para las bicicletas que cuenten con puntos de recarga en la misma vía pública.
Otro de los objetivos es crear una mayor cantidad de bici estaciones en puntos de la ciudad como en la estación de trenes de Santa Justa, en la Puerta de Jerez, en el Palacio de Congresos y en la estación de autobuses de Plaza de Armas. Todo ello con el propósito de facilitar la utilización de este medio de transporte a todos los sevillanos y a todo aquel que visita esta ciudad. De hecho, resulta muy cómodo llegar a Sevilla en tren o en autobús, y poder tomar una bici para llegar al destino elegido.
