Redacción - 22 de junio de 2022
Un informe realizado por el Centro de Políticas Económicas (EsadeEcPol) titulado 'Desigualdad de la Renta y Redistribución en España: Nueva Evidencia a partir de la Metodología del World Inequality Lab' refleja que la participación en la renta nacional de España del 1% de población que más gana ha aumentado de un 13% en 2007 a un 17% en 2019.
Según el estudio, las desigualdades de renta disminuyeron en los años del 'boom' inmobiliario, pero han aumentado desde el estallido de la crisis financiera de 2008, debido fundamentalmente al crecimiento del desempleo y al recorte en salarios y al aumento de las rentas financieras entre los grupos de renta más altos.
Además, el informe apunta que la excesiva exposición a la vivienda perpetúa a un modelo productivo basado en la construcción y aumenta los riesgos sistémicos, debido a la escasa diversificación patrimonial. Ello lleva a concentrar los beneficios empresariales a la pequeña parte de la sociedad más rica. "Se necesitan políticas de educación financiera, incentivos a la diversificación patrimonial y la participación accionarial de los trabajadores en sus empresas", instan desde el estudio.
Para los autores del análisis, es necesario mejorar las políticas educativas para borrar las brechas educativas, así como avanzar hacia la reducción del elevado paro y de la alta temporalidad para mejorar los ingresos de las rentas medias y bajas.
"Estos cambios deberían estar acompañados por el impulso de un nuevo modelo productivo que genere nuevos empleos y mayor valor añadido con ayuda de las nuevas tecnologías en sectores en los que el país tiene una ventaja comparativa", se señala en el informe.
A su vez apuntan a que la progresividad del sistema fiscal ha caído desde la crisis financiera de 2008. Según señalan los expertos, la recaudación por impuestos aumentó durante la década de los ochenta (del 15% al 26% de la renta nacional), manteniéndose relativamente constante desde entonces y ven "clave" aumentar el carácter redistributivo del sistema. La medida más importante y urgente sería la reforma del Impuesto sobre Sociedades para que se recuperen los niveles efectivos de presión fiscal anteriores a 2008.
Además creen que se debe buscar una armonización de la fiscalidad patrimonial, en particular de los impuestos recurrentes sobre la propiedad como el IBI y el Impuesto sobre el Patrimonio para aumentar su carácter progresivo.
