Redacción - 24 de diciembre de 2022
La Fiscalía ha archivado la investigación abierta para aclarar la tragedia ocurrida el pasado 24 de junio en Melilla en la que murieron al menos 23 personas al entender que no existen indicios de delito en la actuación llevada a cabo por los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La fiscal sí apreció durante sus pesquisas que algunos agentes de la Guardia Civil que participaron en el operativo en Melilla lanzaron varias piedras contra los migrantes que trataban de cruzar la frontera entre Marruecos y España de manera ilegal. los agentes podrían enfrentarse a una infracción disciplinaria por esta actuación.
El posicionamiento de la Fiscalía contrasta con el del Defensor del Pueblo que acusó a las autoridades españolas de homicidio imprudente y omisión del deber de socorro cargando en los agentes que vigilaban la frontera la responsabilidad por la avalancha en la que murieron más de 20 personas.
La Fiscal no ve indicios de delito pero sí recuerda que la mayoría de los inmigrantes proceden de países en conflicto y son merecedores de protección internacional. "Habría que analizar pormenorizadamente los fallos de un sistema que no impide que estas personas pongan en riesgo su integridad física y su vida, llevando a cabo conductas tan peligrosas como el salto de la valla sin haber recurrido a los sistemas legales establecidos para ello", señala.
Sin embargo, matiza que según las diligencias practicadas no se puede afirmar que los agentes que intervinieron durante la tragedia aumentaran con sus acciones el riesgo para la vida o la integridad física de las personas que intentaban saltar la valla, por lo que no se les puede imputar un delito de homicidio imprudente.
En el momento en el que ocurrió la tragedia los agentes no sabían que se estaba produciendo una avalancha, apunta la fiscal. Y aunque lo hubieran sabido, añade, no podrían haberlo evitado "sin riesgo propio".
