Vicki Vera - 10 de febrero de 2023
Un divorcio implica un cambio radical en la vida de las personas involucradas. Esto puede generar desconcierto e incluso acompañarse de un torbellino emocional que puede impedir continuar la vida de forma sana.
Las siguientes recomendaciones serán útiles para quienes están pensando en divorciarse, y servirán también como una protección para algunos aspectos del nuevo estatus de vida, como el económico.
Para minimizar el impacto negativo que puede producir una separación matrimonial, es preciso estar seguro de la decisión. Cuando ya se está seguro del divorcio, será conveniente que las partes involucradas lo conversen. De hecho, existen muchos Consejos antes de separarse, pero hablar sobre aspectos claves para el futuro es de los principales para lograr bienestar emocional, psicológico e incluso financiero durante este proceso.
La gestión emocional saludable durante el divorcio puede favorecer que el mismo transcurra con menos impacto en la familia. Hay temas que no se pueden evitar durante una separación; por ejemplo, es preciso llegar a un acuerdo sobre la custodia de los hijos, si es que los hubiera, pero también es razonable entablar una conversación honesta y pacífica sobre la repartición de deudas y bienes matrimoniales.
En algunos casos, es recomendable que un mediador intervenga para que ambas partes concreten acuerdos favorables. De esta manera, se evitarán confrontaciones que puedan desestabilizar la relación y crear un ambiente tenso durante el proceso de divorcio.
Por otro lado, es importante el autocuidado durante esta fase de transición. Aislarse no es una buena decisión; resulta más beneficioso valerse de los recursos que se tienen a mano, como familiares y amigos con los que se pueda conversar sobre los sentimientos que suscita el divorcio. Quizás resulte práctico acudir a una terapeuta para comprender tales emociones y crear herramientas de afrontamiento para el futuro.
Un foco de desestabilización durante el divorcio es el dinero. Cuando no se ha llegado a acuerdos, resulta una tarea desgastante decidir cómo resolver cómo se repartirán los bienes de la pareja y puede ocasionar problemas cuando no hay conversación al respecto.
Existen algunos trucos financieros que pueden proteger las finanzas de los cónyuges que piensan divorciarse, sin caer en prácticas deshonestas que empeoren la relación tras la separación. Por ejemplo, realizar por anticipado un inventario de todos los bienes adquiridos de forma mancomunada, para lograr así una repartición justa de los mismos durante el divorcio.
Si se posee un inmueble en común bajo hipoteca, es preciso decidir con antelación en manos de quién quedará el mismo. Aunque puede venderse la propiedad y con el dinero de la venta pagar la hipoteca, también existe la opción de que una de las partes conserve el inmueble y pague una compensación monetaria al otro.
En definitiva, la comunicación cordial y honesta entre ambas partes de un divorcio permitirá que el proceso de separación transcurra con menos conflictos. Una vez se ha tomado la decisión de divorciarse, es preciso conversar sobre asuntos importantes, como abordar medidas prácticas para que ambos cónyuges protejan sus finanzas, y que así logren un bienestar tras su nuevo estado civil.
