Digital Sevilla
29 de marzo de 2019
Los pies son los encargados de sostener al cuerpo entero, son la base que estabiliza cualquier acción de desplazamiento. Se debe procurar un buen mantenimiento de éstos, pues son el fundamento que condiciona muchas de las actividades que se desarrollan a lo largo de un día. Trabajar, realizar algún tipo de deporte, pasear, conducir y un largo etcétera de funciones se ejecutan haciendo uso obligatorio de estas extremidades.
Los podólogos son los profesionales de la salud que velan por el bienestar de las extremidades inferiores. Es fundamental mantener los pies en buen estado. Cuando se desatienden estos miembros las consecuencias son desastrosas pues se puede ver muy limitada nuestra libertad de movimiento y acción.
¿Por qué son necesarios?
Las visitas a estos especialistas deben realizarse desde la infancia. Es más, es en esta época cuando más necesarias son las revisiones, ya que el cuerpo humano está en fase de desarrollo y es muy fácil padecer algún tipo de desviación, o problema similar. En edades tempranas resulta más fácil y exitoso aplicar terapias correctoras. El índice de recuperación en estos casos es muy elevado. Contratar los servicios de una buena clínica es fundamental. De ahí que, por ejemplo, encontrar un podólogo en Málaga sea una labor que requiera esmero, es la única manera de asegurarse una buen atención personalizada.
Pero, las visitas a estos centros de salud no deben realizarse únicamente cuando uno es pequeño. Son igual de importantes a lo largo de toda la vida. Particularmente cuando alguien es aficionado a algún tipo de deporte. Los movimientos repetitivos al realizar ejercicio, y los esfuerzos de la práctica, exigen un rendimiento elevado a los pies.
La podología infantil
La especialidad de podología infantil es muy necesaria en la sociedad actual. Existen muchas situaciones que dificultan seriamente el desarrollo físico y emocional de los niños por culpa de una desatención en las extremidades inferiores.
Las dolencias más comunes en el desarrollo de los más pequeño son:
Los pies planos, y hacia adentro, son malformaciones en el desarrollo del arco interno y talón. Las pisadas tienden a separar, o juntar, una extremidad de otra. Los resultados son la pérdida de estabilidad y las consecuentes caídas. El dolor está presente en la sintomatología de estos diagnósticos. La rápida detección, debido a un mal desgaste, ayuda a una rápida y sencilla recuperación. En la mayoría de los casos unas plantillas y una serie definida de estiramientos consiguen dar solución a este asunto.
Las rodillas en X, y en paréntesis, son desviaciones en la verticalidad de las piernas. La perpendicularidad entre las rodillas y los tobillos garantiza una buena estabilidad y una correcta pisada al caminar. Cuando esto no sucede se dificulta el desarrollo normal de las actividades diarias. Esta situación tiene solución cuando se aplican los conocimientos y las técnicas de recuperación de los podólogos.
La podología deportiva
En referencia a los problemas que surgen al realizar ejercicios, existe la posibilidad de encontrar profesionales en esta área en particular, como por ejemplo un podólogo deportivo en Málaga. Estos realizan la función de asesores, sus consejos están dirigidos en referencia a:
Un deportista que sufre dolor al realizar ejercicios, cansancio excesivo y síntomas por el estilo, en la mayoría de los casos, es debido a una mala elección de calzado. Las personas, en función del tipo de pisada que tengan, se clasifican en tres grupos: neutro, pronador y supinador. Cada colectivo tiene un prototipo de zapatillas específicas, por ello conocer a qué grupo pertenece uno es fundamental para acertar en la selección de calzado y así evitar consecuencias perjudiciales.
Las técnicas físicas al desarrollar un deporte son muy importantes, pues puede que no se esté utilizando el máximo potencial muscular y óseo, en consecuencia se esté sobrecargando ciertas partes del cuerpo de manera innecesaria, y negativa. Un estudio a este respecto analiza y valora la eficiencia deportiva.
Los pies son una parte fundamental del cuerpo humano. Un buen mantenimiento de éstos repercute en una mejor calidad de vida.
